Después del éxito de Caravelle en 2018, un disco que sobresalió por sus escenarios oníricos y su diversidad estilística, el dúo francés Polo & Pan, conformado por Paul Armand-Delille y Alexandre Grynszpan, presenta Cyclorama, un álbum que explora nuevos escenarios sonoros.
En exclusiva, platicamos con Paul sobre Cyclorama.
Alex y tú ya querían tomarse un tiempo fuera y luego llegó la pandemia, y literalmente no les quedó otra opción. ¿Cómo fue todo esto para ustedes? La pandemia tuvo un gran timing, definitivamente, pero todas las canciones de este disco las escribimos mientras estuvimos de tour durante los últimos tres años. “Artemis”, por ejemplo, la escribí hace tres años. Alex escribió “Les jolies choses” hace tres o cuatro años. Algunas canciones son de la época de Caravelle, otras son más recientes. Después del tour, al inicio de la pandemia, nos sentamos y teníamos treinta canciones en las que estábamos trabajando. “Feel Good” y “Attrape-rêve” estaban casi listas, así que fueron las primeras que terminamos, para tener algo que lanzar el año pasado. Después trabajamos las demás. Hay algunas canciones extra que saldrán más adelante. Al principio, durante el primer confinamiento, trabajamos aislados, por teléfono, como mucha gente seguro lo estaba haciendo. Durante la pandemia tuvimos mucho tiempo fuera y tiempo de estudio, y creo que fue bueno porque siempre nos toma mucho tiempo terminar las canciones porque somos muy perfeccionistas. El periodo de mezcla también fue largo; nos tomó tiempo terminar como queríamos. Fue un proceso muy largo.
¿Cómo fue su proceso de selección, entre esas treinta canciones? Nosotros no elegimos las canciones; ellas nos eligen a nosotros (se ríe). No, pero en cada canción teníamos una idea de lo que queríamos, y en cada una teníamos conceptos muy diferentes. Así que las que sentíamos que estaban listas y que funcionaban juntas, son las que lanzamos. Alex y yo hacemos el primer corte, pero también la disquera impulsa ciertas canciones o nos dicen que necesitan tales canciones porque son singles y se les puede hacer una promoción más intensa. Es muy difícil para nosotros, como artistas, decir que una canción está terminada, porque siempre hay cosas que te frustran, pero en este disco logramos hacer un gran trabajo en equipo y sentimos que la producción es buena, suena bien, y estamos muy felices con la diversidad y el rango de canciones que sacamos.
Sacaron sencillos con nombres como “Home Sweet Home” y “Feel Good”, en un disco con una temática de vida y muerte, en una época mundial de quedarse en casa, enfrentarse a la muerte y posiblemente no sentirse tan bien… Creo que la pandemia fue un tiempo de sentarse a reflexionar. Pensamos en cómo llevábamos mucho tiempo siendo DJs y cómo comenzamos Polo & Pan hace ocho años… todo fue muy rápido. Entonces esto fue una oportunidad para sentarnos y considerar la vida, y pues, Alex ya era papá, yo cumplí cuarenta, que es un punto medio de la vida, y un buen momento para sentarse a reflexionar. Nos gusta agregar una capa narrativa en el álbum. Caravelle es la historia de un viaje, por ejemplo. Y hacemos algo para agregar algo en qué pensar, hacer que la audiencia se cuestione cosas. El álbum no está tal cuál organizado como la vida –”Requiem”, por ejemplo, está en medio–. No queríamos encarcelarnos en el concepto, sino que agregamos esa capa de vida y muerte que quedaba con el álbum.
Algo que llama mucho la atención de su música desde Caravelle, es que no están casados con ningún concepto y tienen sonidos súper diversos. Sin embargo, en Cyclorama llama la atención que llegan a puntos mucho más clásicos, que casi salen del impresionismo que los caracterizan, e incluso son más oscuros. Sí, los dos discos son muy diferentes. El otro es más luminoso y naïf, el nuevo es más lunar, hay más balance entre lo romántico y lo nocturno, que se nota en canciones como “Artemis” y “Tunnel”, que son más oscuras. No nos sentamos a escribir el disco en una sola sentada, así que más que tener una inspiración fueron momentos de distintas inspiraciones, y luego tomamos lo que creímos que era más fuerte. Siempre tratamos de hacer una movida paralela con nuevos estilos, pero conservamos nuestro estilo de producción. No tratamos especialmente de hacer algo diferente; sólo lo hicimos. Hace poco estuvimos grabando con mariachi en Cabo, y creo que tendremos más canciones de inspiración latina, pero no en este álbum. Me encanta pensar que a nuestra carrera le dará frescura el hecho de que no tratamos de hacer lo mismo una y otra vez, sino que estamos evolucionando al mismo tiempo que conservamos algunas de nuestras raíces. Hay sonidos que aún suenan a Caravelle pero otros muy distintos.
Y hablando de Caravelle, fue un álbum que tuvo un éxito que quizás ustedes ya esperaban en Francia pero que tal vez no veían venir de otros lugares del mundo. ¿Eso cómo impacta en Cyclorama: les hace sentirse más en confianza o es mayor presión? Sí hay cierta presión. Para cuando terminamos de hacer Cyclorama, ya no nos gustaban las canciones porque las habíamos escuchado demasiadas veces. Cuando trabajas cien horas en una canción, ya no la entiendes, ya no sientes nada. Cuando lanzamos Caravelle, creo que Alex tenía mucha confianza, él tiene un acercamiento distinto, pero yo estaba muy confundido porque decía: “¿quién escucharía esto más de una vez?”. Pero lanzamos los sencillos y vi que a las personas les gustaron, que no nos olvidaron, que estaban emocionados por el nuevo álbum y por ir a nuestros shows. Todo se ve bien para que Polo & Pan siga creciendo. Estamos tocando en lugares más grandes en Francia, nos estamos expandiendo. Desde el inicio hemos crecido muy lento, un crecimiento muy natural, y creo que sigue siendo así, y eso es buenísimo para nosotros. Estamos muy agradecidos.
Hace poco Le Monde nombró a Polo & Pan como los sucesores de Daft Punk. ¿Qué opinas de eso? Los periodistas y sus etiquetas… es muy conmovedor, lo tomo. Claro, de alguna manera somos parte del French Touch, pero Daft Punk tiene un sonido único. Suenan distinto, tienen un enfoque diferente, gracias a ellos es que a los dúos franceses de electrónica les va bien en la escena internacional. Pero, también paso mucho tiempo con JB de Air, que es otro dúo con el que nos identificamos. No diría que estamos entre ellos dos, pero es otro dúo con el que conecto emocionalmente, incluso más que con Daft Punk. Pero son unos maestros, tienen una carrera fantástica y fui a sus conciertos en vivo. Pero, insisto: a los periodistas les encanta salir con esas fórmulas. No creo que seamos el nuevo Daft Punk ni el nuevo Air, pero tratamos de ser parte del French Touch como movimiento cultural.
Me contaron que al inicio de este año tocaron para Elon Musk aquí en México… Sí, Elon Musk fue a la fiesta de Año Nuevo en la que tocamos en El Ganzo. No sabíamos que estaba en la multitud, pero aparentemente le gustó mucho nuestro set y nos invitó a tocar en su suite para el after, y nos pareció increíble e inesperado. Pudimos saludarlo y conocimos a sus amigos. No interactuamos con él tanto como hubiéramos querido. Nos encantaría hacer un show en un cohete pero no pudimos platicar de eso, pero tal vez podamos hacer algo con SpaceX en cierto punto. Pero sí, fue una anécdota épica. Nos teníamos que ir y tomar un avión a las siete de la mañana, entonces ni pudimos saludar al día siguiente.
Con todo lo que están logrando, ¿qué es lo que más te enorgullece? Me encanta lo que hicimos en “Pays Imaginaire”, creo que es una canción de la que vale la pena hablar. Nos enorgullece cómo para nosotros fue muy personal y recurrimos a muchas referencias, y la gente conectó mucho con ella. Fue un sueño hecho realidad.