Loki en la mitología
Tomando en cuenta el mundo patriarcal en el que hemos vivido durante siglos, no es de extrañarse que se haya hipermasculinizado la imagen de las deidades nórdicas. Tomemos en cuenta, de entrada, que la región escandinava es la tierra de los vikingos. Sin embargo, al leer Las Eddas, podemos notar que muchas deidades transgreden los límites de lo que consideramos binario. Odín se transforma en mujer para acostarse con hombres, Thor tiene un episodio travesti… en fin, la mitología –al igual que la de otras zonas del mundo– nos hace entender que el concepto de heterosexual, cisgénero y demás son concepciones que, aunque a nosotros nos parecen naturales y atemporales, son relativamente modernas.
Mitológicamente, casi todo lo que sabemos de Loki viene de la Edda Prosaica, una pieza de literatura islandesa del siglo XIII. Aquí, conocemos al dios como una figura astuta, elocuente, a veces peligrosa y mala, con la peculiaridad de que puede transformar su cuerpo en lo que su voluntad indique. De hecho, en una ocasión se transformó en una yegua, y dio luz al legendario Sleipnir, el legendario caballo de ocho patas de Odín.
Loki es un personaje inconsistente: cambia, fluye y toma caminos inesperados, tanto en su aspecto como en su manera de relacionarse con las demás deidades.
Loki en el Universo de Marvel
La primera versión de Loki lo mostraba como un hombre malo y enfermo de poder, con ciertos rasgos queer disfrazados, como ha pasado históricamente en personajes de dibujos animados como Jafar (Aladdin), Scar (El Rey León), Hades (Hércules), Úrsula (La Sirenita), entre otros. Loki, al igual que estos personajes, resuena ante una sociedad oprimida. En un foro de Reddit, un usuario LGBT comentó: “Estos personajes son distintos a la sociedad y la desafían constantemente. Eso se siente familiar”.
Loki expresó su fluidez de género en 2008 en la línea narrativa “Lady Loki”, en la que el dios toma un cuerpo creado para Sif, amiga de Thor. Sin embargo, ya se había disfrazado antes. Lady Loki usaba lipstick y traía un disfraz femenino, pero fuera de eso, tenía la misma mente que su versión masculina. En esa época, no se percibió como una historia de cambio de género, sino de simplemente dioses haciendo alarde de su poderes. Un año después, Loki regresó a su apariencia original, y en su siguiente línea narrativa contundente se convirtió en un ave y un niño, quien regresó en Young Avengers como un adolescente de género fluido.
En el cómic Loki: Agent of Asgard, Al Ewing, el escritor, lo retrató como un personaje bisexual y de género fluido. Este Loki tenía menos superpoderes y una personalidad más suave. Esto coincidió con una nueva era en el Universo Cinemático de Marvel, en el que conocimos a un Loki carismático, incomprendido y transgresor, que, sumado a sus antecedentes míticos y marvelianos, se hizo difícil de encasillar: es un héroe y un villano, un rey y un ser marginal, un niño, un hombre, una mujer. Justo el tipo de personaje que se necesita hoy.