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Rusia sí enviará atletas Tokio 2020, con otra bandera y con Tchaikovsky de fondo

Después de un escándalo de dopaje, Rusia no puede usar su bandera, sus colores ni su himno en los Juegos Olímpicos. La solución viene al ritmo de Tchaikovsky.
mar 11 mayo 2021 02:18 PM
Rusia no podrá usar sus colores ni himno en los Juegos Olímpicos
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La actual caótica relación entre Rusia y el Comité Olímpico Internacional es una de las novelas más citadas por el periodismo deportivo. Reediciones, nuevas tramas y testimonios surgen semana tras semana con más y mejores detalles de la problemática de dopaje que envolvía hasta hace poco al deporte ruso, un tema sistemático, germinado y criado por las instituciones deportivas de esta nación, que en 2017 se hizo público e hizo estallar los testimonios, investigaciones y consecuencias.

Como era de esperarse, Rusia está vetada de cualquier competencia deportiva internacional. La Agencia Mundial Antidopaje dictaminó, en 2019, excluir a este país de cualquier evento oficial en por lo menos dos años. La bandera y el himno ruso están vetados de estos eventos y, aunque algunos atletas rusos clasificados a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 sí irán a sus pruebas –después de demostrar por su cuenta que están limpios- no podrán festejar con su bandera izada y mucho menos escucharán el himno ruso en caso de obtener alguna medalla de oro, y es precisamente este capítulo de la gran novela el que más recientemente se escribió, con la obra de Tchaikovsky de fondo.

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Que los atletas provenientes de Rusia ganen una medalla de oro en Tokio 2020 es una situación sumamente viable, solo hay que revisar los medalleros recientes. Rusia ha ganado más de 15 preseas de oro en las más recientes cuatro ediciones olímpicas (19 en Rio 2016, 24 en Londres 2012, 24 en Beijing 2008 y 28 en Atenas 2004). Cuando esto pase en Japón, el sonido del recinto deportivo hará sonar el Concierto para Piano número 1 de Piotr Tchaikovsky, pieza seleccionada por el Comité Olímpico Internacional y avalada para fungir como himno de los atletas que provienen de Rusia y que competirán bajo la bandera del ROC (siglas que obedecen al Comité Olímpico de Rusia, en inglés).

En definitiva, colgarse un oro es el momento más ansiado para cualquier atleta olímpico, la culminación de años de esfuerzo y metas apiladas, una consecuencia de todo un sistema de trabajo y un calendario inamovible, pero estar ahí y no poder cantar tu himno nacional, no poder explotar en lágrimas al ritmo que define tu país suena a una tragedia que pocos están dispuestos a experimentar.

En los uniformes, el comité ruso sí llevará los colores de la bandera de su país, pero en una combinación que dista del lábaro otiginal. Será curioso ver a rusos quizá entonando su himno por encima de las notas de Tchaikovsky, o quizá con la mirada fija en las gradas, como buscando una bandera en el público, público que tampoco los acompañara a Tokio.

Estos colores, uniformes e himno serán la identidad de los atletas rusos para Tokio 2020 y para los Juegos Olímpicos Invernales de 2022, a disputarse en Beijing.

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Antecedentes históricos

El caso ruso no es el primero en el que un país es vetado de ciertas competencias y sus colores, himno y bandera no son permitidos. La historia del deporte nos ha regalado distintas historias similares, como la de Rommel Pacheco, clavadista mexicano que en 2016 se hizo popular a nivel internacional por las imágenes que lo mostraban entonando el himno mexicano a capela, después de colgarse el oro en el trampolín de 3 metros durante una Copa Mundial de Clavados.

México estaba sancionado por la Federación Internacional de Natación, por lo que la bandera que se izó en esa ceremonia fue la de la propia FINA y el himno que sonó también fue el de esta institución. Ante esto, Rommel decidió dejar claro lo que sentía en ese momento y le cantó a su país desde la premiación, con un playera de Popeye el Marino (también estaba advertido de no poder utilizar indumentaria oficial de su país) y cantando encima de lo que retumbaba en sus oídos.

Otro caso similar se vivió en Río 2016, la más reciente justa olímpica. Fue en la competencia de doble trap de tiro que el originario de Kuwait, Fehaid Al-Deehani, ganó la medalla dorada, pero la bandera olímpica y el himno del movimiento olímpico adornaron su premiación, ya que su país estaba suspendido por el COM desde un año atrás. Fueron 8 atletas los que compitieron en Río bajo la bandera de atletas independientes y Al-Deehani se convirtió en el primero en ganar una medalla de oro olímpica. Hoy, Al-Deehani es reconocido como héroe nacional en Kuwait.

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