Jay-Z creó un fondo de inversión de 10 millones de dólares para apuntalar a pequeñas empresas del sector del cannabis pertenecientes a afroestadounidenses o a compañías gestionadas por minorías.
El rapero quiere convertirse en un nombre de referencia de la industria legal del cannabis en Estados Unidos, y pudo constituir este instrumento de capital de riesgo tras adquirir en diciembre una plataforma de venta directa a los consumidores en California, Caliva, y un productor de cannabis, Left Coast.