Werner Herzog está cansado de los documentales científicos que acostumbra ver en televisión. Le resultan fríos, aburridos. Por eso, con los suyos— cuando se adentra en las entrañas de los volcanes, Into the inferno (2020) o explora el significado histórico y cultural de los asteroides, Fireball (2020)— los hace a su manera. “Creo que mi manera de hacerlo es una nueva forma de narración del contenido científico, pero presentado en una forma nueva, diferente”, dice Werner Herzog, en entrevista vía zoom, desde su casa en Los Ángeles.
El cineasta alemán Werner Herzog reflexiona sobre su documental Fireball
También lee
Es tan así que el cineasta alemán ni siquiera se siente cómodo con la etiqueta de documentalista. “Mis documentales, y esto lo digo entre comillas, son muy estilizados, a veces son crítpticos y repito en ellos elementos de las películas”, dice el también director de la aclamada película Fitzcarraldo (1982). “Todos mis documentales tienen los elementos de una película de ficción, no soy en realidad un documentalista en el sentido estricto del término. No me sienta bien, no me siento en casa cuando me nombran así”.
Sus documentales, en efecto, aunque exploren la Antártida, Encounters at the End of the World (2007) o la vida fuera de serie de un hombre que se fue a vivir con osos, Grizzly man (2005), son peculiares porque él mismo forma parte activa de la historia. Muchas veces no aparece, pero su voz, con ese marcado acento, va plagando de impresiones personales la historia, sus comentarios, que van desde lo profundo hasta lo cómico, son parte del sello distintivo de sus documentales.
También lee
En Fireball, estrenado en Apple TV+, la voz de Herzog narra la travesía de su codirector Clive Oppenheimer, un vulcanólogo con el que hizo mancuerna en Into the inferno. “Es muy fácil balancear el arte y la ciencia con un hombre como Clive Oppenheimer”, dice Werner, quien estuvo nominado al Oscar a Mejor Documental por Encounters at the End of the World. “Él es un gran contador de historias, lo hace de forma natural. Cuando lees sus libros sobre volcanes y erupciones que sacudieron al mundo, queda claro que es un maravilloso narrador y en paralelo también es un científico”.
Sólo que en esta ocasión, en vez de apuntar la cámara hacia las entrañas de los volcanes, la redireccionan hacia el cielo para entender el impacto científico y cultural de los asteroides y meteoritos que impactan la tierra y cómo estos han influido en el ecosistemas pero y las sociedades.
“Me fascina la interconexión que existe entre la naturaleza y la cultura”, dice Clive Oppenheimer. “En el corazón de este documental contamos cómo los meteoritos y los cráteres que ocasionado en la Tierra han sido venerados por nuestros ancestros e, incluso, hasta el día de hoy. Este aspecto cultural es lo que hace a estos fenómenos tan interesantes para mí y también como temática para el cine”.
Fireball retrata cómo los asteroides son representados por Hollywood, pero también por los aborígenes australiano o cómo en México sucedió un evento destructivo que hizo posible que los mamíferos evolucionaran y los seres humanos estemos aquí, como especie dominante.
“Werner es muy culto y, por ejemplo, filmamos en México, en la península de Yucatán, y fue él quien me dijo de los cenotes, que yo no conocía, y que son un ecos geológicos de este asteroide que impactó a la tierra y exterminó a los dinosaurios. Así que Werner sabe de lo que habla y siempre hace las preguntas indicadas”, dice Clive.