La ambición, como el acero, puede tomar muchas formas. Una de ellas fue el DeLorean DMC-12, un auto innovador que, pese a que fue un fracaso comercial, se volvió un icono.
Fue creado por John DeLorean, un excéntrico ingeniero automotriz estadounidense que en 1973 abandonó su cargo ejecutivo en General Motors. Su sueño era fabricar un deportivo de bajo costo y fácil mantenimiento. Para lograrlo, consiguió financiamiento del gobierno de Inglaterra y hasta de celebridades, como el presentador Johnny Carson, quien invirtió medio millón de dólares en DeLorean Motor Company.