Pocas celebridades capturan en su persona la psicología colectiva de casi toda una sociedad, pero Diego Armando Maradona es una de ellas. Por eso parece omnipresente en su país. “En la vida de todos los argentinos está Diego”, dice Nazareno Casero, uno de los tres actores que se encargan de dar vida al crack zurdo en Maradona: Sueño bendito, serie de Amazon Prime que estrenará este año. “Aunque no lo hayas visto jugar, si eres argentino, es un personaje del que lo sabes todo, porque él lo abarca todo. Es muy difícil imaginar la vida en la Argentina sin Maradona, aunque no seas fanático”.
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Que aún sea una figura relevante en su país natal y en el mundo del futbol va más allá de las proezas con el balón. Su vigencia se debe a que era una fábrica de emociones que sobrepasó lo deportivo. Sus goles contra Inglaterra en el Mundial de México 86 —el de “la mano de Dios” y cuando burló a medio equipo británico desde mitad del campo— fueron un ajuste de cuentas histórico tras la Guerra de las Malvinas, ese conflicto bélico de 1982 entre los ejércitos argentino e inglés. “Fue épico, como David contra Goliat”, recuerda Juan Palomino, quien lo interpreta en su etapa adulta, “y también fue políticamente incorrecto: pero Maradona era eso, una pulsión por romper con lo establecido a como diera lugar”.