Él es Luis Téllez, el cineasta mexicano de animación que debes conocer

Un cuaderno, su pluma, un libro de terror o el que dejaban leer de tarea eran lo que llevaba Luis Téllez (Ciudad de México, 1969) a la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. En realidad, en su cabeza era donde llevaba lo principal, un talento y una imaginación desbordados que lo llevaron en 2002 a debutar como animador del multipremiado corto Hasta los huesos, de René Castillo. Este 2019, su filme Viva el Rey ganó el Ariel como 'Mejor Cortometraje de Animación'.

Luego de asistir a un ciclo del director checo Jan Svankmajer, Luis dice que se volvió loco: “Nunca había visto un universo así de poderoso en la animación”. Con estas bases y su formación autodidacta haciendo muñecos de plastilina desde niño (a los que les escribía y dibujaba historias), dejó la publicidad cuando conoció a René Castillo en 1998 y se mudó a Guadalajara ese mismo año.

“Fueron casi tres años de producción de Hasta los Huesos y una experiencia inolvidable”. Además de que Luis y René hicieron los muñecos o puppets, el corto obtuvo varias nominaciones y fue presentado en Sundance , Seúl y Berlín, entre otros festivales.

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Desde entonces su carrera ha estado ligada al stop motion, una técnica en la que la ilusión del movimiento se crea a partir de mover de manera milimétrica a los puppets capturándolos con fotografías, detalla Luis.

Su trayectoria incluye cortometrajes de los que ha sido animador (es decir la persona que a través de las manos, literal, logra el efecto de movimiento en las maquetas), como Síndrome de la línea blanca (2003), Jacinta (2008) y La noria (2012).

Como director tiene cinco títulos, entre ellos los videos “Here Until Forever” (2017), de In Flames, y “A Different World “(2016), de Korn, así como los cortos Fusilaron a la virgen y La linterna mágica a la Inquisición, ambos de 2009.

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Hoy es el turno de Viva el rey. “Todo comenzó porque tengo mala vista. Cuando estoy sin lentes veo sólo manchas y formas indefinidas. Un día vi (sin gafas) un libro del fotógrafo Joel Peter Witkin, donde había una chica sin piernas sentada sobre una mesa de una sola pata, pero lo que imaginé, debido a mi mala vista, fue una figura de ajedrez con el torso desnudo y la base sólida”, cuenta de la génesis de este alucinante corto.

“Me interesa la metáfora del monstruo desde siempre, lo grotesco como categoría estética. En la pintura me hipnotizan El Bosco, Goya, el expresionismo alemán. Lo imperfecto como esencia del ser humano (que es un elemento inherente al stop motion)”.

La figura monstruosa ha estado presente en su vida artística desde sus años de escuela. No es casualidad que Guillermo del Toro lo haya invitado a él y a otros seis animadores a su expo “En casa con mis monstruos”. Guillermo y estos siete directores serán la base de un proyecto del director jalisciense llamada El Taller del Chucho, un centro de animación especializado en stop motion en Guadalajara.

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Lo inmediato para Luis es Inzomnia, su primer largometraje. “Es irónico, antes soñaba con trabajar en algún estudio internacional, hoy a partir de Inzomnia y del futuro prometedor de la animación, en Guadalajara principalmente, he recibido correos de gente que le interesa trabajar aquí. Es muy bonito y me siento muy honrado. Tenemos una colaboración para hacer puppets con el estudio Momakin, cuyos artistas realizaron los del cortometraje ganador del Oscar, Peter and the Wolf”.

Este es el trabajo de Luis Téllez, sus cortos y videos son una muestra del talento cinematográfico y de animación que ya es una realidad en México.