Rumbo al final de 'Game of Thrones': Bran Stark
Desde pequeño, Bran Stark se caracterizó por su naturaleza curiosa y una desmedida afición a escalar las torres, paredes y muros de Winterfell , lo que lo diferenció a él del resto de sus hermanos.
El primer capítulo de la temporada uno marcó su futuro. Ser testigo de un momento de incesto entre Jamie y Cersei Lannister lo marcó para siempre. Su carácter alegre y amable se tornó frío y oscuro cuando despertó del coma.
Después de perder el uso de sus piernas, el cuervo de tres ojos, personaje ligado a los Antiguos Dioses de más allá del Muro, le reveló que él era el lobo alado sin cadenas.
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Tyrion Lannister, en su regreso a Winterfell en una ruta con destino a King’s Landing desde el muro, le entrega una silla para montar. En una de sus salidas por el Bosque de los Lobos para probarla es atrapado por una banda de salvajes y de desertores de la Guardia de la Noche, pero es rescatado por Robb, Theon Greyjoy, Viento Gris y Verano.
Después de mucha tensión y confusión, Bran es consciente de sus poderes y de la importancia de su papel en la venidera guerra contra los White Walkers gracias a sus poderes mágicos que le permiten, entre otras cosas, ver el pasado, el presente y el futuro para desentrañar los misterios de Westeros.
¿Será él la clave para llegar al trono de hierro? Lo sabremos con el paso de los capítulos .
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