Así se vivió el concierto de Morrissey en el Auditorio Nacional

El ex vocalista de The Smiths dejó claro que no llegó a complacer al público ocasional ni a buscar nuevos fans, sino a consentir a los seguidores de antaño.
Morrissey en Auditorio Nacional

Morrissey no complace.

no vino a México a para ganarse al público
; mucho menos para congraciarse con las nuevas generaciones –las que viven bajo la dictadura del ‘like’ y el streaming–.

La razón por la que “Moz” regresó a nuestro país por séptima ocasión es simple: está aquí para ser su más grande fan –¿quien más vestiría una camiseta de su gira durante su propio

?– y regodearse con un repertorio elegido por y para él. Los fans complacidos fueron los más fieles, los que siempre han estado ahí.

Apenas cinco minutos después de las 21:00 hrs –y con algunos lugares esperando a ser ocupados–, Morrissey salió al escenario para dejar en claro porqué apareció en un programa matutino de televisión abierta hace unos meses: porque se le da la gana.

Así, con presencia sobrada –como la de quien sabe que va a complacer si importar lo que haga–, Steven Patrick Morrissey, el hijo pródigo de

, presentó un setlist similar al de sus conciertos previos en Estados Unidos.

'William, It Was Really Nothing' abrió la primera noche en el

, seguida de 'Alma Matter' y 'I Wish You Lonely', para luego dar paso a otro ‘autocover’: 'Is It Really So Strange?'.

You shut your mouth / How can you say / I go about things the wrong way? / I am human and I need to be loved / Just like everybody else does

Pasados 30 minutos, de los 80 que duró la presentación, el reverberante riff de 'How Son Is Now', creado por Johnny Marr. La confesión de ansiedad y timidez –irónicamente–, fue bien recibida por la audiencia que se levantó de sus asientos, a los que aún no lo hacían, y acompañó la

.

Acto seguido, tras regalar a un fan una copia de su reciente sencillo –“porque ya sé que no lo van a comprar”, explicó el cantante–, y con palmadas invitó a los asistentes a seguir el ritmo de 'Back On The Chain Gang', cover a

.

La noche siguió sin sobresaltos. Canciones más para fans, que para asistentes ocasionales, dominaron la noche: 'If You Don’t Like Me, Don’t Look At Me' parecía advertir Moz a los asistentes más cercanos al escenario, quienes tendían una mano para que fuera estrechada por el cantante de sangre irlandesa y corazón inglés.

'Munich Air Disaster 1958', 'Dial-a-cliché', y otras, fueron preparando a los asistentes al Auditorio Nacional para escuchar 'Life Is A Pigsty', track dedicado a la reafirmación de lo que a sus casi 60 años ya sabe de sobra: la vida está llena de porquería.

Jacky's only happy when she's up on the stage / She'll make you believe what you'll never believe.

Morrisey sólo es feliz cuando está en el

. Se regodea entre los músicos y arranca la playera –la de su gira– y muestra su torso desnudo y tembloroso. Regresa al ‘backstage’ e inicia el encore; este es el principio del fin. La gente chifla como si eso pusiera nervioso a Morrissey. Quizá sí.

Etch a postcard: / "How I Dearly Wish I Was Not Here" / In the seaside town / That they forgot to bomb.

Como si fuera el anuncio de que la velada llega a su fin, por hartazgo y aburrición, Morrissey entona 'Everyday Is Like Sunday', otro cover a The Smiths, que la gente recibe con emoción.

De pronto alguien brinca al escenario; ni los seis guardias de seguridad apostados entre la audiencia y “Moz” lo pudieron detener, el cantante se hace para atrás –para evitar una mala experiencia como la de hace un par de semanas durante una presentación en

–, el sujeto baja y sin ser visto por los elementos de seguridad se sienta de nuevo como si nada. Como si fuera un domingo en un lugar donde no ocurre nada.

Antes de abandonar el escenario, hace un par de reverencias al público y sale. Se encienden las luces. Todos corren a la salida.