La nueva categoría del Oscar es un error y te decimos por qué
La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos, el organismo encargado de otorgar los premios Oscar , lucha por sobrevivir y, en ese intento, se ha dado un tiro en el pie.
Se anunció esta semana que una nueva categoría llamada Outstanding Achievement in Popular Film se integrará en la edición 92 del Oscar, en 2020; como su nombre lo indica, premiará a la película más popular, aunque no detallan aún cuál serán los elementos a seguir.
Por la naturaleza del galardón, sería lógico intuir que la ganadora sería la que más genere ingresos de taquilla o —como la popularidad es cuantificable— a la cinta cuya cuenta oficial tenga más seguidores en redes sociales .
El problema es que esta categoría va en contra del objetivo intrínseco de La Academia a lo largo de nueve décadas: premiar a lo mejor del cine.
La popularidad jamás ha sido un parámetro para medir el arte. De ser así, varias películas como Terminator 2 y Beverly Hills Cop —las más taquilleras del año en que fueron estrenadas y, aceptémoslo, de dudosa calidad cinematográfica — ya contarían con una estatuilla dorada.
Con esta novedosa categoría —si se lee entre líneas—, la Academia tiene por objetivo revivir en rating de la ceremonia del Oscar, pues ésta ha venido a la baja año con año; de hecho, en la pasada edición se registró un récord histórico negativo porque sólo 26.5 millones de teleespectadores sintonizaron la gala, según reportó Variety .
No hace falta ser profeta para intuir que en esta categoría figurarán como nominados blockbusters (término empleado para las películas producidas por estudios de Hollywood que cuenta con presupuestos millonarios), y que las cintas de DC Comics y Marvel se pasaran la estatuilla como estafeta cada que estrenen una nueva entrega.
Esta categoría también tendrá un impacto en términos económicos, pues los DVD y Blu-ray que cuentan con el logo de nominado o ganador al Oscar tienen mayor número de ventas. Es un sello de garantía. En ese sentido, la Academia le estaría haciendo un favor a los estudios, legitimando un producto que seguramente puede ser entretenido, pero va en contrasentido con todo lo que han premiado a lo largo de su historia.
Resumido en términos cinematográficos, el Oscar es un hombre de la tercera edad a punto de cumplir 91 años que, aunque siempre ha sido conservador, ahora pretende y necesita ser popular para sobrevivir.
Sin embargo, ponerse una capa de superhéroe no lo hará joven ni vigente.