Los mejores momentos en la edición 2018 del Hell and Heaven
Caos, lluvia y mucho lodo. Así sé resumió el primer día del tan ansiado Hell and Heaven, festival de metal que ha tenido momentos complicados desde su nacimiento.
El pasado 4 de mayo fue una fecha bastante difícil para la capital mexicana. El tránsito en cada una de sus calles se multiplicó por diez y los alrededores del Autódromo Hermanos Rodríguez no se salvaron.
Testament fue el primer testigo de la furia de Tlaloc sobre los headbangers que no dejaban de matear con un set con mucho thrash, cortesía de "Into The Pit", "Practice What You Preach", "The Pale King", "Low" y más.
El caos en su máxima expresión. Sabaton en un escenario, Mastodon en otro; Refused convocando a miles bajo el granizo, Bad Religion recordando viejas glorias; Dead Cross, con Mike Patton y Dave Lombardo, dando el soundtrack para el dios de la lluvia y The Darkness sorprendiendo a propios y extraños. Así podríamos resumir la primer tarde en la Curva 4.
Lo mejor del primer día estaba cerca. Deep Purple y Scorpions fueron las leyendas que cerrarían el recital. El combo de clásicos llegó mientras los fans se debatían entre la vida y la muerte entre lodo, charcos e impermeables vendidos en una fortuna.
"Highway Star" en el Heaven, "Going Out With a Bang" en el Hell (obvio con horas de diferencia) fueron las primeras dos canciones en sonar en sus respectivos sets. Energía, calidad y cátedra para las nuevas generaciones.
Sus shows, acompañados de una gran escenografía y un audio que se comportó a la altura a pesar del clima, fueron los mejores de la lluviosa noche.
"Black Night", "Space Truckin'" y "Smoke on the Water" por un lado; "Wind of Change", "The Zoo", "Blackout", "Rock You Like a Hurricane" por el otro. Dos combinaciones perfectas para olvidar el clima y llegar preparados al segundo día del festival.
Día dos. Por fortuna, un diluvio no sé veía por ningún lado y el sold out aseguraba una jornada cumplidora.
Saxon fueron los primeros en poner el ánimo a tope a las 16:00 hrs. mientras Nervosa, en el True Stage, daba una dosis de belleza y thrash metal.
Los platos fuertes llegaron entrada la tarde. Tankard y su oda a la cerveza hicieron que los pits no se detuvieran durante 50 minutos.
Por fortuna, el cartel tenía bandas para todos. Gojira tenía con “Stranded”, “L'Enfant Sauvage” y “Vacuity” una dosis de death metal que serviría de antesala para que Marilyn Manson acabara con la energía acumulada con un show, que siendo sinceros, quedó a deber y que ni “The Beautiful People” pudo rescatar.
Lo más esperado se acercaba peligrosamente. Gwar y su show con sangre incluida llegó a levantar la tarde y calentar motores para una noche que quedaría en el corazón de todos.
Megadeth, en su acostumbrada visita anual, no defraudó, incluso sorprendió con la inclusión de “Take No Prisoners” en el setlist, pero quedó a deber con la versión en español de "Trust". Mención honórifica para Dave Mustaine y su amor sincero hacía México y el espectacular trabajo de Kiko Loureiro en "Tornado of Souls"
La sorpresa llegó con Tenacious D, quienes a pesar de que Judas Priest estuviera repartiendo clásicos en el Heaven Stage, convocaron a la mayor audiencia del escenario alternativo. Aplausos para Jack Black.
Mientras tanto, Judas Priest y los cambios de alineación que los han mermado, hicieron que el inicio del show fuera desconcertante. Al final todos terminaron felices coreando “Breaking The Law”, “Eléctric Eye”, “Freewheel Burning” y “You’ve Got Another Thing Coming”.
Minutos antes de que la noche terminara, la belleza de Simone Simons acaparó las miradas de todos en el True Stage. Un juego de luces fue suficiente para que Epica salieran en hombros con canciones como "Cry of the Moon".
Ozzy Osbourne merece una mención especial, de entrada porque probablemente sea su última visita a México. En segunda porque Zakk Wylde es un dios de las cuerdas, no hay más. Las canciones, una oleada de hits, desde “Bark at The Moon” y “Crazy Train” pasando por “War Pigs”, “Shot in The Dark” y por supuesto “Paranoid”. ¿Ozzy? El amo del escenario y del heavy metal. Así de simple.
Dos días de metal, lluvia, y mucho headbanging. Así se resume el fin de semana más importante para el género en México.