La carrera como solista de Brandon Flowers detrás de The Killers
A los 15 años, los padres de Brandon Flowers le permitieron regresar a su natal Las Vegas para perseguir el sueño de ser músico, algo que logró aproximadamente dos décadas después, junTo Dave Keuning. Fue con su amigo de toda la vida y actual guitarrista del grupo que formó The Killers , una de las bandas de rock más famosas de los últimos tiempos.
Juntos se han adjudicado diversos éxitos de los cuales destaca el Grammy a 'Mejor Canción Rock', 'Mejor Álbum de Rock' y 'Mejor Video Musical'; aunque esto es sólo un poco de lo mucho que han logrado.
A principios de 2018, 'Mr. Brightside' cumplió 200 semanas dentro del Top 100 en el Reino Unido; la canción lanzada en 2004 además debe agradecerle a los servicios de streaming, pues según NME , ésta ha sido descargada arriba de 40 millones de veces, en sólo seis años.
Pero, dentro de la oleada de logros, hubo un momento en que The Killers decidió tomarse un descanso, en 2010. Con ello, los rumores de una inminente separación sonaban a diestra y siniestra, pero lo único que verdaderamente significó fue que Brandon Flowers decidió probarse como solista de manera temporal.
Lanzó Flamingo ese mismo año, con el que logró darse a conocer como algo más que el vocalista de la aclamada banda. Temas como “Playing With Fire”, “Crossfire” y “Welcome to Fabulous Las Vegas” mostraron letras en su mayoría poéticas, pero que probablemente hubieran resultado un tanto cómicas y poco trascendentales si no hubieran tenido la mano “mágica” de Flowers, para convertirlas en un buen material del synth pop a través de numerosos acordes excitantes.
Encabezó festivales a nivel mundial, el Vive Latino y Hellow Fest en México, y emprendió una gira a nivel mundial, de la cual nuestro país también formó parte, con una presentación en el ya extinto Salón 21; claro está, nunca logró llenar ni la tercera parte de lo que vivió con su grupo.
Tres años después de terminar la promo del disco, en 2015, intentó imponerse nuevamente ante un público dividido que, si bien apoyaba al cantante en su etapa de solista, ansiaba por el regreso del conjunto neoyorquino.
The Desired Effect fue su segundo intento y sí, obtuvo una mejor crítica; fue una producción discográfica con mucho más carácter, personalidad y sobretodo con las bases para consolidar a Brandon como un músico fácilmente ubicable entre los grandes. Con 'Lonely Town' y 'Can’t Deny My Love' honró a la década que lo vio nacer, pero también entendió cuál era su lugar en la industria.
En aquel entonces declaró que su etapa en solitario no fue por capricho o egocentrismo, simplemente una forma de explorar nuevos horizontes. Por ello, decidió seguir sus instintos y acrecentar la llama surgida con los planes para un nuevo álbum, a lado de The Killers .
Probablemente, este es uno de los casos imposibles de calificar como exitosos o como fracaso, porque Brandon Flowers es el tipo de artista que puede darse el lujo de intentar cualquier cosa y aún así mantener su concentración en el “Gran Pez” y como dijo a la revista Rolling Stone en su momento: “ya lo probé, pero este fue mi último disco de solista”.