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El día que Charles Chaplin conoció a Édith Piaf

Gran parte de la vida de la cantante está compuesta por tropiezos constantes con la suerte.
mar 07 noviembre 2017 03:57 PM
Édith Piaf y Charles Chaplin
Édith Piaf y Charles Chaplin Así fue el día que se conocieron

Ambos son personajes iconos de su siglo. Él, revolucionó la industria cinematográfica de la mano de su personaje insignia; Ella, conquistó los escenarios del mundo con su particular voz. Piaf y Chaplin, los dos artistas que se conocieron una tarde donde se declararon admiración. El encuentro que dejó una promesa.

Por lo menos así lo relata la cantante en Édith Piaf, El baile de la suerte, el libro en el que desempolva sus recuerdos y deja al descubierto que gran parte de su vida está compuesta por tropiezos constantes con el azar. Uno de ellos ocurrió en un cabaré de Hollywood en lo que ella llama “uno de los grandes momentos de mi vida”. Aquella tarde, el actor y director Charles Chaplin se encontraba entre el público en un sitio muy próximo al escenario.

La cantante, ya había conquistado al público francés y había logrado traspasar las fronteras. También para este momento ya había visto varias veces las películas de Charles pero ahora él estaba ahí para escucharla cantar. Después del espectáculo, recuerda que sostuvieron una conversación en la que el actor le confesó que había llorado, “cosa que muy raramente le había ocurrido escuchando a una cantante”.

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El nerviosismo de Piaf no supo estar a la altura de los halagos. A pesar de sentirse incómoda con aquel encuentro y pensar que nunca más lo vería, fue él quien la llamó al día siguiente para invitarla a su casa de Beverly Hills. Los lectores de esta memoria, quedarán decepcionados pues en el relato no hay detalles del hogar, de las bebidas o la degustación de los platillos o de los nombres de otros invitados.

Para lo que Édith Piaf destinó una puntual descripción fue para la persona de Charlie. “Es el hombre más sencillo que jamás haya visto y tiene una conversación cautivadora. Habla con una voz suave, sin forzarla nunca, con gestos medidos y con una especie de timidez.” Luego recuerda que tocó el violín con peculiar maestría y expresa su complacencia en conocerlo y que cumplió a cabalidad las expectativas que tenía sobre él, las cuales fueron creadas con base en su personaje “el hombrecito”.

La cantante cierra el episodio de este recuerdo con la supuesta promesa del actor: “un día escribiré una canción para usted, letra y música”. Y remata con una certeza que no se cristalizó: “Estoy segura que Charlie Chaplin cumplirá su promesa y de que la canción será hermosísima”.

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