3 polémicos libros escritos por asesinos seriales
En su libro Del asesinato como una de las Bellas Artes el gran pensador y escritor inglés Tomas De Quincey (admirado por Borges, Poe, Baudelaire y un largo etcétera) realiza un irónico y sutil ensayo en clave de humor sobre el arte de matar. Asesinar, sí, pero con arte. Y parte de los crímenes reales cometidos por John Williams para construir un texto único "sobre los principios del asesinato y sus motivos estéticos y filosóficos”.
Y es que, la mente de los asesinos seriales ha causado al hombre sentimientos encontrados, desde el más puro horror hasta la mayor de las fascinaciones. De ahí tantas series de televisión y libros sobre asesinos seriales. De ahí también ese intento por conocer la mente del asesino, conocer sus razones para cometer esos crímenes. En ese intento por entender esas mentes, las anécdotas donde asesinos han tenido en común ciertas lecturas como El Guardián entre el Centeno, de J.D. Salinger, que era libro de cabecera de asesinos seriales como Charles Mason, Mark David Chapman (asesino de Lennon) o Ted Bundy (en quien se basaron para el personaje de American Psycho).
Mucho se ha escrito sobre ellos, su mente y motivos, pero qué mejor que entenderlos leyendo lo que ellos mismos confiesan y escriben, ya sea por vanidad o como expiación de culpa por los crímenes cometidos. Además, estos tres libros que citamos a continuación, tienen también una gran calidad literaria.
Zekka
, de Sakakibara Seito
Sakakibara Seito es el alias de un asesino en serie japonés que mató a dos niñas e hirió a otros tres en 1997. Tenía sólo 14 años de edad cuando fue arrestado por el asesinato de Jun Hase, de 11 años, cuya cabeza cortada colocó en la entrada de su escuela en Kobe. Después de su arresto, también confesó el asesinato a martillazos, de Ayaka Yamashita, de 10 años. En 2004, fue puesto en libertad provisionalmente y en 2005 fue liberado, pues demostró estabilidad mental y emocional. Su nombre real es aún desconocido.
Si bien el libro lo escribió para pedir perdón a las familias de sus víctimas, éste fue lanzado sin informarles previamente, lo que incrementó el enojo y el dolor. En su autobiografía, el autor admitió tener desviaciones sexuales sádicas en su adolescencia. Conforme avanzaba en la secundaria, ya se había aburrido de matar gatos, y no pasó mucho tiempo hasta que comenzó a asesinar gente.
The Gates Of Janus
, de Ian Brady
Ian Brady es uno de los dos asesinos de las más trágicas matanzas cometidas en Manchester, Inglaterra. Junto con Myra Hindley confesaron haber asesinado a tres niños en 1966. Más tarde confesaron otros dos asesinatos. Sus víctimas tenían entre 10 y 17 años de edad. A algunos de ellos los violaron también. Los asesinos filmaban y grababan las peticiones de piedad de sus víctimas previas a ser asesinadas. Después coleccionaban también las fotografías de los cadáveres.
En The Gates of Janus, Brady intenta llevar al lector por la mente de un asesino en serie y explicar su mecanismo, motivos y funcionamiento. Incluso, intenta convencer a los lectores de que los asesinos en serie tienen una mayor comprensión de la forma en que funciona su vida. También presenta su teoría sobre la génesis del asesino en serie moderno y hace un análisis del perfil psicológico de los asesinos en serie más famosos de la historia como Ted Bundy o John Wayne Gacy, para encontrar los puntos en común entre él y todos ellos.
The Making of a Serial Killer
, de Danny Rolling
El asesino serial más famoso de Florida desde Ted Bundy. En tan sólo 48 horas, Danny Rolling mató a cinco estudiantes de la Universidad de Florida en 1990. Llegó a Gainesville poco antes del comienzo del semestre y puso una tienda en el bosque cerca del campus. Ahí escogió a sus víctimas. Apuñaló a cuatro mujeres y un hombre. Quizás el aspecto más macabro de su matanza fue la forma en que posó el cadáver de una de sus víctimas. El cuerpo de Christa Hoyt fue encontrado posando sentado con su cabeza cortada colocada en un estante frente a ella, viendo su cuerpo sin vida.
En 1994, después de declararse culpable, fue condenado por estos asesinatos y condenado a muerte. Aunque Rolling también confesó haber matado a tres personas más en su ciudad natal de Shreveport, Luisiana, en 1989, nunca fue juzgado por estos crímenes. Fue asesinado por inyección letal. Según testigos, mientras se la colocaban, estaba cantando el himno nacional de Estados Unidos.
Escribió este libro mientras estaba en prisión en colaboración con su exprometida, Sondra London. Publicado en 1996, el libro gráfico está lleno de fotografías e historias inquietantes que describen a la perfección la mente enferma de este asesino y su forma de pensar y actuar para planear sus crímenes.