Coppola hizo ‘El Padrino’ sólo para evitar la bancarrota
El Padrino es uno de los grandes clásicos del cine, pero irónicamente el motivo principal por el que Francis Ford Coppola la realizó no fue artístico sino financiero.
Coppola estaba hasta el cuello de deuda debido a que su casa productora American Zoetrope había financiado Finian's Rainbow, musical que él mismo dirigió, y THX 1138, ópera prima de George Lucas, ambas un fracaso en taquilla. El problema fue que el dinero invertido ni siquiera era suyo porque para poder fundar su compañía en 1969, Coppola había pedido prestado 300 mil dólares al estudio Warner Bros. Films.
Debido a la presión económica fue que el director se sintió obligado a dirigir un proyecto de Paramount que, en ese entonces, sólo le parecía una película más de mafiosos.
Sin embargo, una vez al frente de la cinta —adaptación del libro de Mario Puzo— Coppola la llevó a otro nivel al imponer su visión artística. Para empezar decidió, pese al disgusto de los productores y el estudio, que Don Vito Corleone fuera interpretado por Marlon Brando, ya que los ejecutivos de Paramount quería que fueran encarnado por Carlo Ponti o Ernest Borgnine.
En una entrevista al LA Times, Walter Murch, uno de los colaboradores de Coppola y compañero durante la escuela de cine, aseguró que la razón por la que hizo El Padrino fue para salir justamente de sus apuros económicos.
“No creo que Francis habría hecho El Padrino si no estuviera endeudado”, explicó.
Curiosamente, según Murch, este tipo de presión fue quizá el mejor catalizador para que Coppola diera lo mejor de sí como director.
“Cuando él está endeudado, sólo habla de qué hacer para salir de esa deuda, pero una vez que lo logra, empieza a pensar en comprarse un jet. Es una situación muy compleja porque él ha hecho algunos de sus mejores trabajos estando quebrado y teniendo que trabajar para salir librado”.
La diferencias entre el estudio y Coppola llegaron a tan nivel que estuvo a punto de que lo corrieran de la película, algo que lo habría estigmatizado en la industria cinematográfica. Pero Coppola hizo algo inesperado para evitarlo: corrió a todo el staff de la película para que así él fuera imprescindible.
“Ahí estaba yo, al borde de la bancarrota y con la certeza de que iba a ser corrido de una manera muy pública de un proyecto de alto perfil”, reveló el cineasta a Forbes en 2014. “No sabía qué hacer, así que un miércoles corrí a todo mi staff del set. Yo pensé: ésta es la manera en la que no me podrán correr a mí, pues seré el único que conoce el tema”.
El Padrino tuvo un costo de producción de 6 millones de dólares y generó en todo el mundo una taquilla de 245 millones de dólares; además obtuvo tres premios Oscar en las categorías de Mejor Actor, Mejor Guión Adaptado y Mejor Película.
Ahora esos premios y algunos objetos del set de este clásico se encuentran en el viñedo de Coppola en Napa Valley, California, en donde el cineasta reside sin padecer problemas financieros y tiene razones de sobra para brindar.
