5 presentaciones imperdibles en Ceremonia
Época de festivales, Ceremonia encabeza el mes de abril y con él llegan los mejores artistas electro del momento, desde latino electro hasta minimal deep-house.
Checa los 5 artistas que no te puedes perder.
Björk
Seguro has escuchado Venus As A Boy, canción de la famosa película The Professional. ¿Quién más si no Björk? Desde lo minimal hasta lo gutural, el estilo de esta islandesa no descansa y se reinventa. Con una carrera músical empezada a temprana edad, esta cantante y compositora ha sabido adapatar las tendencias a su trabajo, conservando siempre su excéntrica escencia.
James Blake
Definir el estilo de James Blake no es tarea fácil, en ocasiones es más fácil decir lo que no es. El se auto-define como el opuesto del punk. Si tuvieramos que describir su música diríamos que es una sutil fusión entre el folk y soul, con toques de electro ambiente. Este británico se presenta en la escena para cambiar el giro de la industria. Con ritmos de club sub-bassy revoluciona (o crea) un género que le encanta hasta a Madonna: “este el tipo de música que me pone celosa”.
Sotomayor
Latino electro, el género que está en boca de todos, llega a Ceremonia con este duo de hermanos. Traen una onda tropic-all, con un estilo basado en ritmos africanos, se podría decir que entran en la categoría de global bass. Escuchar su música te llevará por un viaje de impulsos sensoriales que no te dejará olvidar sus canciones.
Underworld
Sin duda, uno de los actos de electrónica básico en cualquier espectáculo. Karl Hyde y Rick Smith han hecho música juntos desde principios de los años 80 con un estilo callejero rebelde, una atmósfera oscura y techno pulsivo. Con una carrera tan larga, se posicionan como líderes de tendencias músicales.
Nicolas Jaar
La nueva sensación chilena-americana. Este músico y productor es conocido por sus creación de tipo house, con toques minimal, ambient y downtempo. Empieza el push de su carrera con su sencillo A Time For Us. Este niuyorquino cautivará tu atención en Ceremonia por su estilo mediativo y emocional, nunca sobrepasando los 100 bpms.