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Hannibal Lecter sí existió y era mexicano

"El doctor es un asesino. Como es un cirujano, pudo empaquetar a su víctima en una caja sorprendentemente pequeña…”, así describió un guardia al doctor que inspiró el personaje.
mié 25 enero 2017 10:47 PM
Hannibal Lecter
Hannibal Lecter Dr. Salazar

“Niño extraordinario. Admiro tu valentía. Creo que me comeré tu corazón”, pocos personajes del cine han logrado estremecer al público como lo hizo Hannibal Lecter. Esta frase, de la película Dragón Rojo (2002), no fue la única que creó psicosis alrededor del canibalismo.

El Dr. Lecter es “el gran monstruo ficticio de nuestra era” según Stephen King, pero ¿qué tan ficticio fue?

No tanto. Si bien los libros no están basados en hechos reales, el personaje de Hannibal Lecter sí lo está. En el 2013, cuando se cumplió el aniversario número veinticinco del libro El Silencio de los Inocentes, su autor, Thomas Harris reveló que ‘el doctor Salazar’ (pseudónimo que utilizó para proteger la identidad del asesino) fue el criminal mexicano que inspiró las obras.

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Un doctor que empaquetó a su víctima en una caja diminuta…

Los inicios de Hannibal Lecter se remontan a la década de los 60s. Fue en ese entonces cuando el autor conoció al ‘Dr. Salazar’, casi por accidente. Harris llegó al Penal de Topo Chico –ubicado en Nuevo León– investigando los crímenes del texano Dykes Askew Simmons, un asesino desfigurado que intentó escapar de esa cárcel y resultó herido. Lo salvó un cirujano, al que pidió entrevistar. Se lo permitieron y así conoció a “un hombre pequeño, ágil y de cabello rojo oscuro. Se paraba erguido y tenía cierta elegancia en su postura”.

Conforme avanzó la plática con este doctor, Harris perdió el control de la conversación. En sus memorias recuerda que entre él y el ‘Dr. Salazar’ comenzaron a surgir preguntas como ¿crees que Simmons fue atormentado en la escuela porque estaba desfigurado?, ¿cómo eran sus víctimas?, ¿crees que éstas lo hayan provocado?

Después, el escritor le preguntó a un guardia sobre la carrera médica del hombre al que había entrevistado. La respuesta fue: “¡Hombre! ¡El doctor es un asesino! Como es un cirujano, pudo empaquetar a su víctima en una caja sorprendentemente pequeña. Nunca va a salir de este lugar. Está loco”.

El misterio no duró mucho, el mismo año en que el autor reveló que Lecter fue inspirado en un asesino de Monterrey, se supo su identidad real. Se trata de Alfredo Ballí, un cirujano y asesino que efectivamente estuvo en la cárcel durante los 60s y atendió a Simmons.

Hannibal Lecter
Era mexicano

Los mitos detrás de Ballí no son pocos

Se sabe que estuvo recluido hasta el 2008 por los delitos de homicidio calificado, inhumación clandestina y usurpación de profesión. Asesinó a su pareja sentimental, Jesús Castillo, con un bisturí y lo metió en una caja. El porqué, tiene varias teorías: unos dicen que fue en defensa propia, otros que se trató de una deuda y unos más apuntan a un crimen pasional. Fue el último mexicano al que se le dictó pena de muerte, pero no se efectuó y en su lugar se le dieron 20 años en prisión.

En 1959 se ganó títulos como “el hombre lobo de Nuevo León”, "médico asesino", "el monstruo de la Talleres" y "el vampiro Ballí", y no se sabe con certeza si cometió un asesinato o más. Eso sí, del asesinato que se tiene registro se especula que destazó a la víctima mientras ésta estaba viva y confesó –con orgullo– que al cortarlo no tocó sus huesos.

Falleció en el 2009 y –quizá por esto– unos años después el autor se atrevió a revelar que fue su fuente de inspiración. El año que estuvo fuera de la cárcel se dedicó a atender personas de la tercera edad en un modesto consultorio en Monterrey y en la única entrevista que concedió dejó claro que no quería hablar del suceso que lo llevo a la cárcel.

Último dato: Harris no logró volver a ver al doctor Ballí y jamás le reveló que inspiró a uno de los asesinos más famosos, tanto de la literatura como del cine.

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