Trump ridículamente declara el día de su investidura como orgullo nacional

Donald Trump inició su mandato presidencial con una grandiosa idea: declarar el día de su investidura como orgullo nacional.

Con este Día Nacional de la Devoción Patriótica, el nuevo presidente de Estados Unidos, afirma que las almas estadounidenses serán inspiradas por su nuevo mandato. “Somos un solo pueblo, unido con un destino común y un objetivo compartido”, se lee al inicio del documento.

Trump creó esta nueva fuente de “inspiración” para los estadounidenses apoyándose en la autoridad que le concedió la Constitución y Leyes de los Estados Unidos al ser declarado oficialmente presidente. La idea de establecer el 20 de enero de 2017 como día nacional, escribió, es “estrechar los vínculos entre nosotros y nuestro país, y para renovar los deberes del gobierno para la gente”.

El documento está disponible en el Registro Federal estadounidense y, aunque Trump no es el primer presidente en declarar días nacionales, sí es de los pocos que declararon un día nacional que recae sobre sí mismo, vaya ego.

Esta reciente decisión obliga a recordar aquellos discursos que emitió cuando fue declarado presidente electo de Estados Unidos, en los que afirmó que el país estaba siendo testigo de un movimiento único encabezado por él. Es por ello que no es de extrañarse que disfrazara su triunfo como un día de orgullo nacional, porque está seguro de ser el único que puede: “Make America great again!”.

Lo único que le falta a Trump es declarar días nacionales al estilo Hitler que celebraba su cumpleaños con desfiles militares en toda Alemania, un “Día de la Estrella Brillante” como lo tiene Corea del Norte para celebrar el cumpleaños de Kim Jong-il o bien, un “Día de la Lealtad al comandante Trump”, al estilo de Venezuela que conmemora el legado de Hugo Chávez.

Si en cuatro días Trump logró declarar un día nacional, ¿cuántos nuevos podrán venir los próximos cuatro años?