Éste el menú del Inauguration Day
Llegó el día: Trump ha tomado la posesión del gobierno de Estados Unidos. Quizás parezca un episodio de South Park o alguna pausa surrealista en la historia mundial, pero (desgraciadamente) tendremos que hacernos a la idea de que el país más poderoso del mundo está regido por nada más y nada menos que Donald J. Trump.
Mientras el mundo disfrutaba de un discurso perfeccionista, donde el nuevo presidente promete regresar ‘Merica a los americanos, nosotros nos preguntábamos una cosa: ¿cuál será el menú elegido para el Inaugural Luncheon? Naturalmente descartamos la idea de que sirvan taquitos al pastor, kebabs o alguna comida amenaza para la integridad patriótica de la nación estadounidense.
Y teníamos razón, la comida consistirá de un menú de 3 tiempos y cada platillo pareciera salido de un restaurante neoyorquino (o de la mismísima Trump Tower). El maridaje, sin sorpresa, correrá por parte de vinos americanos. Porque para hacer America great again, hay que empezar por la cocina. Panza llena, corazón contento, dicen.
Para calentar motores, Mr. Trump deleitará a sus invitados con langosta (de Maine, obviamente) y camarones del Golfo bañados en salsa de azafrán con crumble de cacahuate. Para acompañar, un J. Lohr 2013 Arroyo Vista, un Chardonnay californiano. Sólo podemos esperar que Hillary no sea alérgica a los mariscos.
En el segundo tiempo degustarán una carne Angus a la parrilla con reducción de chocolate oscuro y enebro y papa gratinada. El maridaje correrá por parte de Delicato Black Stallion 2012, edición limitada, un Cabernet Sauvignon de Napa Valley. Muy gourmet, muy mamila, muy americano.
Para cerrar, un soufflé de chocolate y helado de vainilla-cereza maridado con un espumoso de California Korbet Natural, edición Special Inaugural Cuvée. Sospechamos que para este punto todos los invitados estarán borrachos de vinos gringos y nadie sabrá qué está pasando.
Nota: creemos prudente suponer que Mr. Donald Trump usará a Melania como conejillo de indias para asegurarse de que la comida no estuviera envenenada.
Lo único que nos queda es rezarle a la virgencita para que este muchacho no nos ponga un muro, nos quite la visa, nos retache a los paisanos, ni prohíba la exportación de las Pop Tarts.
"Ask not what you can do for your country. Ask what's for lunch" Orson Welles
