5 pretextos elegantes para correr de tu casa a la conquista de anoche

No nos equivoquemos, la elegancia hace al hombre y esta se suele ver a la hora de tratar una mujer, en la intimidad y fuera de ella. Sin embargo, hay momentos en que uno simplemente no puede o no quiere pasar por situaciones incómodas. Pongamos el siguiente caso como ejemplo: conociste a una chica y quieres llevarla a la cama. Aún así, no te apetece que se quede a dormir ni tenerla desayunando en tu cocina al día siguiente. Al fin y al cabo, no la conoces tanto y ya habrá oportunidades o tampco te gusta tanto.

Para evitarte problemas, te damos nuestros 5 pretextos o consejos para sacar a la chica de tu casa y no quedar como un insensible o un patán. Úsalos bajo tu propia responsabilidad y, si puedes, paga el taxi. Haznos caso, aminorará todo.

1. La maleta

Este método requiere premeditación y suele ser aplicable en el caso de una cita. Se basa en dejar una maleta en la puerta de tu casa y asegurarte de que ella lo vea al entrar. Además, previamente habrás anunciado que tienes un “viaje” al día siguiente muy pronto en la madrugada. Sí, ese viaje está entrecomillado porque no existe y lo que conseguirá es que no se quede a dormir, nadie quiere madrugar en sus días libres. Eso sí, procura que no cace tu mentira en redes sociales...

2. La visita familiar

Esta es una reversión de la jugada de la maleta en la que no te tienes que mover del lugar. “Mañana en la mañana llega mi madre de (localidad real o no de su retiro aquí) a pasar el fin y a solucionar unos asuntos”, es la fórmula que debes usar. Nadie, repetimos, nadie quiere conocer a su 'suegra' prematuramente.

3. El amigo en apuros

Quizás se trate de un pretexto extremo, pero fingir una emergencia ha salvado a muchos de más de un apuro. Avisar a un amigo que te llame a altas horas con una excusa inventada en la que él ha acabado en el torito, el hospital o abducido por los alienígenas es un motivo para que no la dejes sola en casa al no saber la hora de tu regreso. Pero tenlo claro, si no sabes actuar, ni lo intentes.

4. El licenciado

Elaborando aún más la estrategia 3, puedes cambiar el nombre en tu celular de tus amigos por Licenciado Ramírez, Ingeniero Sánchez o Señor Presidente del Gobierno, aunque la última está quizás un poco exagerada. A partir de esto, sólo debes pedirle que te envíe un mensaje sobre una junta inventada al día siguiente y seguirse la corriente mutuamente. Fácil.

5. La sinceridad

Puede que sí, que quedes como un patán. Pero decir la verdad a veces puede ser la mejor forma de evitarte problemas futuros, aunque suene obvio.