¿Qué hizo Mel Gibson en la década que no dirigió?

Mel Gibson experimenta un regreso triunfal a Hollywood como director con Hasta El Último Hombre. Con este multinominado filme de guerra se termina el veto que los estudios de cine le impusieron por sus problemas de adicción y manejo de ira.
Pero esta década en la que Gibson no dijo acción no significó que estuviera alejado del cine.

El cineasta y actor australiano se mantuvo activo como productor de las películas Stonehearts Asylum y Get the Gringo (filmada en México); en televisión también financió Another Day in Paradise, documental sobre la faceta paternal de los soldados de la fuerza aérea de Estados Unidos, y Carrier, otro documental centrado en la vida a bordo de los transbordadores de la marina.
En ese lapso, Gibson también asistió periódicamente a su citas de Alcohólicos Anónimos, a las que comenzó a ir desde que en 2006 fue arrestado por conducir en estado de ebriedad. Este año, reveló en entrevista a un canal australiano que tenía una década sin beber alcohol.

Sin embargo, su vida personal no ha estado exenta de drama. En 2010 volvió a protagonizar un escándalo porque su ex pareja, la pianista rusa Oksana Grigorieva, lo acusó de golpearla. Como prueba de sus abusos, público un mensaje de voz en el que Gibson la amenazaba y le gritaba.

El australiano no estelarizaba una película desde su mal recibido thriller Paparazzi (2006), pero en 2010 reactivó su carrera como actor al aparecer en Edge of Darkness, pero fue su papel en The Beaver (2011), filme dirigido por Jodie Foster, el que le valió el reconocimiento de la crítica al interpretar a un hombre depresivo que pierde a su familia y que sólo consigue mejorar con la ayuda de un castor en forma de marioneta a la que se vuelve dependiente.

También figuró en películas de acción como Machete Kills (2013), The Expendables 3 (2014) y Blood Father (2006).