Así es la vida de Saúl 'Canelo' Álvarez, el mexicano que gana $2,500 por minuto
Saúl 'Canelo' Álvarez este 2018 ya es es un boxeador maduro. Alejado de las tormentas por dopaje, la suspensión que esto le trajo y enfocado en hacer historia sobre el ring. Gana $2,500 por minuto (sí, leíste bien) y por ello, lo buscamos para saber cómo ve la vida desde la cima.
Se le ve tranquilo después de haber vencido en Las Vegas a Gennady Golovkin, el pasado 15 de septiembre; también después de haber sido elegido como ganador del Premio Nacional del Deporte 2018 (PND) . Pero, cuando la grabadora parpadea, lista para registrar la conversación, queda claro que con ‘Canelo’ no hay garantía de paz, ya que la personalidad de Álvarez sintetiza, a la perfección, ‘la ocultación’ de Mailer. Es decir, Saúl siempre está alerta para no dejar salir al verdadero Saúl. Para eso entrena: para crear confianza en sus reflejos y enseñar a su cuerpo y su mente a encajar golpes. Así vengan en forma de guantes o de preguntas.
Hoy, ‘Canelo’ Álvarez , el deportista mejor pagado de todos los tiempos en México y uno de los mejor valorados del mundo (ganará 365 millones de dólares de aquí al 2023, por 11 peleas; eso es unos 150,000 pesos la hora), quiere hablar de riqueza. De tenerla. Y del miedo a perderla.
Aquí la entrevista al mexicano que muchos quieren ver caer.
A todos sorprendieron las cifras de tu nuevo contrato con DAZN. Parece que a ti no. ¿Se puede escarmentar en cabeza ajena con la historia de decadencia de los campeones mexicanos?
No es que no me sorprenda, pero creo que he hecho bien las cosas y, a nivel emocional y laboral, estoy tranquilo por lo que está llegando. Se habla de que soy un hombre que despilfarra, pero hay una diferencia clara con no escatimar. Yo creo que los boxeadores de antes ganaron, entre comillas, mucho dinero para como vivíamos, pero muchas veces no lo proyectaron bien. Sería muy tonto si pensara que viviré así, de mis puños, toda la vida. El dinero se va a ir si no hay proyecto y luego viene el golpe, sin un peso en el bolsillo. Por eso es importante mi visión a futuro: tiene que ver con mi transición de boxeador a empresario. Me gustaría mucho ser un respetado hombre de negocios .
Parece que tu victoria sobre Golovkin abrió una nueva etapa en tu carrera, ¿cuál es el siguiente paso abajo del ring, como empresario?
Los boxeadores dejan su vida en el entrenamiento. Arriesgan todo en el ring y, al final, se quedan sin nada. Siento que es el momento perfecto para consolidar la marca ‘Canelo’ y llevarla a otros lugares. A buscar que sea un legado de mi éxito. Hoy estoy entrando en el negocio de bienes raíces, con la construcción de algunos edificios y hoteles en México. Hay que ir paso a paso, pero ya estamos ahí, apoyados por gente como la familia Vázquez Raña, sobre todo, don Olegario, Carlos Slim o Carlos Bremer, que han sido grandes ejemplos para aprender de la industria. Hoy tengo mucha gente a mi alrededor que me ayuda a cuidar cada paso que doy.
Después de las acusaciones de dopaje y tu suspensión, ¿cómo trabajaste en la reconstrucción de tu imagen y en el señalamiento masivo?
Fue un aprendizaje. Duro, pero un aprendizaje. Soy un hombre de fe y siempre confié en la sentencia que deja en claro que Dios tiene el momento perfecto. Todo lo que sucedió en este año, después del empate , me sirvió para crecer. No digo que estoy en una nueva fase por ganar la pelea del 15 de septiembre, sino por la madurez que apareció en mi vida tras el caos. Pude aprender y ser consciente de muchas cosas. Supe quién está y quién no y ello me permitió confiar en mi proyecto a futuro. Entendí que la vida es difícil y hay que seguirle el ritmo. Hoy soy más completo como hombre y como deportista. Me estaba definiendo como persona y ya soy un peleador maduro.
Parece que entre el público y la prensa mexicana hay mayor presión para ti que en el extranjero, ¿cómo aprendiste a manejarlo?
Definitivamente, en México hay más críticas que afuera. Pero hay que empezar por el inicio: hoy estamos en mundo donde toda la gente puede opinar. Todos son reporteros. Todos son crítica especializada. Y éste es el mundo de hoy y no lo puedo borrar: siempre, detrás de un exitoso en cualquier oficio, habrá envidia, pero ahora se puede propagar y compartir. Hoy en día, el perdedor que busca el más mínimo detalle del ganador, encuentra las vías para que escuchen su opinión y cree que eso la valida. Sólo hay que seguir con lo que uno hace y, de vez en cuando, voltear a ver a quien critica para entender qué vale la pena retomar de ahí y qué es simple odio de alguien que sueña con verme caer. En México me destrozan porque soy exitoso y controversial, y ganan convirtiéndome en polémica.
¿Cómo mides y percibes la riqueza hoy?, es decir, ¿qué es un lujo para Saúl Álvarez?
Hoy, y dile cliché, es poder pasar tiempo con mi familia. Eso es riqueza y lujo. Tener mi espacio para ellos no puedo pagarlo con ningún contrato. Estoy muy ocupado, así que cada minuto con ellos no tiene precio ni podría tenerlo. Trato de poner muy claras las fronteras de mi privacidad y estoy consciente de que buscan el más mínimo detalle para atacarme. Pero yo llevo mi vida personal separada del ring y lo que no se puede esconder lo asumo; de ahí que tener esa intimidad sea un lujo por el que he luchado muchísimo y durante muchos años.
Y de los lujos que sí puede pagar el dinero...
La relojería. Siempre dije que no me gustaban, pero era porque no tenía para uno. Pero cuando pude pagarme por primera vez un reloj, supe que había caído. Hoy tengo cerca de 50 piezas, entre Rolex, Audemars Piguet, Richard Mille, Hublot o Patek Philippe. Pero uno de mis grandes orgullos es la colaboración que hicimos con la marca Roger Dubuis, lanzando una edición limitada de ‘Canelo’. También debo decir que tengo una amistad y un gusto con la marca Louis Vuitton . Desde que pude comprarme algo, no paré. Hoy, mi clóset tiene más de tres cuartas partes con zapatos de ellos.
Eso se paga con tus puños y parece que hoy estás totalmente consciente de lo que cada golpe genera y de qué sigue, así que ¿qué es el boxeo?
La búsqueda de la gloria. Gloria y más gloria. Es lo que te mueve y la posibilidad que el cuadrilátero te ofrece si tienes muy clara la base: disciplina.
El éxito es la meta y la disciplina, la base. Ya no se trata de colgarte un cinturón o mandar a la lona a un rival. Se trata de dejar marcado un legado. De que la marca ‘Canelo’ siga siendo respetada aun cuando yo ya no esté en el ring.
El 15 de diciembre pelearás en Nueva York contra Rocky Fielding, ¿te urgía regresar al ring?
Me gusta estar activo. Estuve un año parado y quería un reto, y subir de categoría y peso siempre lo es. Sé que estoy arriesgando porque me meto a la zona de confort de Rocky , pero hay que tomar riesgos para crear ese legado, que es la meta final.
¿Quién es el que quiere dejar un gran legado: Saúl, el hombre, o ‘Canelo’, el personaje?
Imposible separarlos. Cada uno aporta algo en cada golpe que lanza y cada uno merece la gloria.