Un vistazo a la vida de Colin Kaepernick, el hombre detrás de la protesta
Quizá los colores clásicos de los 49ers , el rojo y dorado del uniforme tradicional, jamás habían aparecido en la portada de Time . No lo sé, pero Colin Kaepernick apareció en ella el 23 de septiembre del 2016, equipado y listo para un partido más como quarterback profesional, pero sin casco. Y arrodillado.
“The Perilous Fight”, dice la leyenda que lo acompaña en la publicación, una portada que hizo masivo el debate sobre la protesta racial que lo impulsó a sacrificar su carrera como deportista profesional, sobre discriminación y el nacionalismo arcaico que define a un importante sector de la población estadounidense. ¿Quién podría boicotear su propia planeación de años para embarcarse en otra vida? Aquellos que "creen en algo, aunque hacerlo signifique sacrificarlo todo".
Colin nació hace 30 años en Wisconsin. Su madre biológica, de 19 años al tenerlo, decidió darlo en adopción después de conocer a los Kaepernick en una cita con tales fines. A pesar de que en aquel condado de Milwaukee no existe un equipo de futbol americano colegial , el menor de casa se enamoró del ovoide.
Después de lanzar 10 mil yardas en cuatro años con la Universidad de Nevada, Kaepernick se convirtió en la selección global número 36 del Draft de la NFL en 2011. Los 49ers negociaron tres selecciones en ese año para hacerse con sus servicios, la apuesta era grande para un equipo que sumaba varios años con rachas negativas, pero el novato pronto se convirtió en indiscutible.
El estilo agresivo e intrépido de Kaepernick le dio a los 49ers un ataque equilibrado. Su excelente brazo derecho y sus corridas espontáneas se convirtieron en argumentos esenciales para un San Francisco que hace mucho tiempo no gozaba tanto en el emparrillado. Y así fue como llegó al Super Bowl XLVII.
En 2016, después de sufrir con la titularidad debido a una lesión de hombro, Kaepernick comenzó a centrar su atención en problemas fuera de las canchas, pero presentes en muchas partes de los Estados Unidos. Inició a protestar antes de los juegos de la NFL, justo durante el himno nacional . Y con estas acciones, su vida cambió para siempre; sacrificó una carrera deportiva en la mejor liga de futbol americano, para visibilizar una problemática social, acto amado y odiado a la vez.
Sí, desde que se separó de los californianos, ningún equipo volvió a contratarlo. Las presiones sociales pesaron al interior de la liga y ningún dueño se atrevió a darle respaldo, a proponer el debate con su inclusión y a hacerle frente a las declaraciones del propio presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, un enemigo artero de las acciones de Kaepernick.
De ser un novato a protagonizar una campaña de Nike. De arrodillarse para protestar a ser el hombre que "creyó en un sueño a pesar de que eso le costara sacrificar todo". Colin Kaepernick no es sólo un atleta, es un símbolo y referencia inequívoca de lucha social.