¿No cumplir con la ruta completa del Maratón de la CDMX realmente es trampa?

Es una realidad, muchos corredores con inscripción pagada en el Maratón Telcel de la Ciudad de México, no completan los 42.195 km y de igual manera cruzan la meta, recogen su medalla y regresan a casa jadeando. Este fenómeno fue muy expuesto durante la edición 2017, cuando cuentas en redes sociales y páginas web se dedicaron a evidenciar a aquellos corredores con número que utilizaron el metro, u otros métodos de transporte, para cortar la ruta.

También existen quienes ingresan al trayecto no en la linea de inicio, sino en otros puntos más avanzados. Los casos son muy particulares, pues hay quienes sí piensan en estas rutas cortas como preparación para otro certamen, o que simplemente deciden no someterse a la prueba completa por salud u otro impedimento, pero que de igual forma pagaron registro y quieren obtener la medalla que los acredite como finalistas. Los casos son variados, pero mientras los medios de comunicación insisten en llamar tramposos a estos corredores, en Life And Style pusimos el tema sobre la mesa: ¿son tramposos aquellos que, con registro, no corren los 42 km y sí obtienen medalla?

La primera postura es la de Ariel Velázquez, Jefe de Información de El Universal Deportes , quien además es un runner por convicción. Con varios maratones en su haber, Ariel no considera nada coherente que se les llame "tramposos" a estos corredores: “Me parece hasta irresponsable por parte de los medios de comunicación el llamar tramposos a todos los inscritos que no recorren los 42 km. Muchas personas utilizan las pruebas para preparar otras competencias, ellos deciden si empiezan a la mitad, si lo finalizan o no. No hay un reglamento en el Maratón de la CDMX que te dice en dónde debes empezar”.

“Cada persona puede hacer lo que quiera, pagan para recorrer lo que ellos decidan. ¿Trampa con quién? No se proponen ganar el Maratón , entonces no es trampa. Si los élite se saltaran un tramo, entonces sí podríamos hablar de trampa, pero decir que toda esta gente que no tiene el recorrido completo es tramposa no me parece bien. No sabemos cuál era su objetivo principal, es una decisión personal. Para mí, cada quien le da el valor a sus logros como corredor, quizá alguien se siente orgulloso de obtener su medalla después de correr sólo 30 kilómetros, y muchos los llamarán tramposos, pero yo no creo que lo sean”, opinó Velázquez, antes de agregar que, como corredor, no le molesta que las personas recorran menos distancia y obtengan el mismo reconocimiento que él.

"Por qué una persona que sólo corrió 15 kilómetros y pasa por su medalla está mal, si hay quienes sólo la caminan, en las nueve horas que te da el Maratón CDMX para terminar. Caminar esa distancia no es completar un maratón, sino una peregrinación. Y también obtienen medalla quienes la caminan”, finalizó.

Con una perspectiva totalmente distinta, Arturo Palafox, Editor de Deportes en el Diario 24 Horas , y también corredor empedernido, considera como una total falta de respeto, así como trampa, las prácticas que estos corredores aplican: “Cuando uno se inscribe a un maratón, sabe que es una carrera de 42.195 km. La emoción de toda la preparación y entrenamientos incluye conocer la ruta, planear la distancia y más, para estar listo y completar la prueba. Todas tus energías están administradas. El que realmente quiere correr un maratón no sólo se inscribió y lo corrió, sino que pasó meses de preparación. Por eso creo que inscribirte y no completarlo es una falta de respeto, primero para sí mismos, y después para los demás competidores".

“Si recoges la medalla sin haber corrido 42.195 kilómetros, sabes que no la mereces. Y por eso hay otras carreras, de diferentes distancias... La satisfacción no es la misma. Porque no completaron la prueba”, agregó Palafox, quien por segundo año consecutivo completó la prueba entre las avenidas principales de la capital mexicana.

Para este runner y periodista, el arraigo de la corrupción a la cultura mexicana tiene cierta responsabilidad en estas actitudes, hablando específicamente de aquellos que no completan la prueba en su totalidad y que después presumen la medalla como si lo hubieran hecho: “Creo que sí, está muy arraigada al mexicano la cultura de la corrupción. El tema de la trampa, en todos los sentidos, es común. Las mordidas a los policías son un buen ejemplo. Sí, puede ser un tema cultural, pero no sé si esto sea único del maratón mexicano”.

Para cerrar la discusión, charlamos con el director del Maratón Telcel Ciudad de México, Javier Carvallo , quien primero esclareció que "todas las cifras que señalan a tantos miles de corredores que inclumpieron con la ruta de esta edición, no tienen fundamento alguno".

Cuestionado sobre si podemos llamarlos tramposos, o no, Carvallo fue mesurado: “La palabra trampa es muy truculenta. Si bien el maratón es una carrera de 42.195 kilómetros y si te inscribes es para correrla de principio a final, puede darse el caso de que inicies y sufras alguna molestia o lesión. En ese caso, se abandona la ruta, lo cual no se puede catalogar como trampa. Los que ingresan en algún punto distinto a la linea de salida, y cruzan la meta, definitivamente están realizando una carrera fraudulenta”.

A pesar de no considerar el término "trampa" como adecuado para referirse a estos corredores, Carvallo sí ve a estas prácticas como una falta de respeto, pues “todos los maratones que he corrido los completé de inicio a final y, para quienes hemos corrido al menos uno y sabemos del esfuerzo y sacrificio que conlleva, definitivamente es frustrante ver personas metiéndose a falta de pocos kilómetros. Es una falta de respeto para los que sí se preparan física y mentalmente para recorrer la ruta en su totalidad”.