Rafa Márquez confiesa que quiere ser director técnico
El mismo carácter duro y la expresión seria, pero con una corbata que lo hará erguirse con mayor rectitud. Los mismos gritos y el lenguaje corporal tan expresivo, pero con zapatos brillantes de suela lisa en lugar de unos tachones. Rafael Márquez podría convertirse en director técnico después de Rusia 2018 , su quinto Mundial, el último torneo que disputará como futbolista profesional.
“Después de despedirme de las canchas quiero seguir con mis negocios. También quiero mantenerme dentro del fútbol , que es donde mayor experiencia adquirí, para poder transmitirla a beneficio de los jóvenes mexicanos que tienen el sueño de ser profesionales. Todavía no tengo el carné de entrenador. Necesito prepararme para eso y quizás en un futuro ser director técnico sea lo más conveniente. Ya veremos qué pasa cuando la actual etapa de mi vida concluya”, dijo Márquez en un hotel del Estado de México, después de recitar para todas las divisiones Sub-13 del fútbol mexicano, la historia de cómo salió de Zamora con rumbo a Guadalajara, y terminó con un palmarés casi utópico.
Ya retirado a nivel de clubes, con su primer gran amor futbolístico, el Atlas, Márquez tiene claro su rol de líder en el Tri. Un papel que se ganó paulatinamente, tanto con sus éxitos en otros continentes, como con las hazañas y goles que logró en Mundiales y otros torneos vestido de verde.
El grupo que irá a Rusia 2018 estrenará algunas piernas en un escenario como ese. Jonathan dos Santos, Hirving Lozano , Jesús 'Tecatito' Corona, son sólo algunos de los nuevos nombres para México en un Mundial, nombres que Rafa cobija desde sus respectivos debuts con la Selección mayor y que, con esas ganas inmensas por compartir lo que sabe, quiere respaldar en el torneo veraniego: “Ojalá, como lo sueño, pueda estar en el Mundial como jugador. Aportar mi experiencia, dentro y fuera de la cancha, para ayudar al equipo a llegar lo más lejos posible”.
Agosto de 2017, parteaguas para Rafa
Hace casi un año, el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos lo ligó con una red de lavado de dinero de un supuesto narcotraficante. El problema hizo que perdiera patrocinios, tuviera tarjetas y empresas congeladas, además de una pausa en su carrera... Pero para Rafa, este inconveniente significó un parteaguas en todos los aspectos de su vida.
“Con esa experiencia resaltaron mis valores, mis raíces. Caí en cuenta de todo lo que había hecho con el fútbol , por todo el apoyo que recibí de la gente. Te das cuenta de quién está realmente contigo y quién no. Pasas por unos filtros de pureza en donde vuelves a tus orígenes. En mi caso, me di cuenta de que seguía siendo la misma persona que salió de Zamora a Guadalajara para entrenar con el Atlas. Fui a Europa, regresé, me sucede esto y, a pesar de todo, sigo siendo el mismo”, contó Márquez, con repetidas vistas a sus muñecas, que sostenían una pulsera y un reloj digital. No buscaba la hora, no buscaba ajustar su accesorio, buscaba parecer desinteresado, como si ya hubiera superado ese tema, el mismo que puso en discordia su asistencia a Rusia .
De vuelta a la problemática que lo puso en la mira de la prensa no especializada en deportes, Márquez la señala como su mejor mentora, pues "he pasado por múltiples circunstancias difíciles. La pérdida de mi padre, lesiones, operaciones. Pero esas son enseñanzas que forjarán tu carácter y mentalidad, para que te vuelvas a levantar, que al final es siempre lo más importante. El fracaso es lo único que realmente te enseña para que después consigas éxitos, la gloria”. Y de gloria sabe bastante. Anotó en tres mundiales , ganó títulos a granel en Europa y ahora, por última ocasión, tendrá la oportunidad de saborearla representando a su país.
"Llevo el fútbol en la sangre, pero eso nunca ha sido suficiente", le dijo 'El Kaiser' a los juveniles mexicanos aglomerados a su alrededor, un recordatorio de que la pasión puede impulsar, pero la preparación fungirá de escalón para llegar al siguiente nivel. Y con esa mentalidad, aunado a su liderazgo y conocimientos futbolísticos, Rafa Márquez podría convertirse en director técnico. ¿Quién no lo quisiera ver anunciando una convocatoria nacional, o realizando una sustitución que ponga en jaque al rival?
Por último, cuestionado sobre si es mejor jugar con el gafete de capitán en el hombro o no, el gran ídolo de una generación completa respondió tajante. “No cambia lo más mínimo mi forma de ser dentro de la cancha. Siempre debe ser igual, el gafete de capitán no debe afectar esa parte”, como quizá tampoco una corbata, o los zapatos boleados en lugar de los deportivos. Rafa siempre será un referente, y por esa razón, entre muchas otras, pensarlo como seleccionador nacional, como el timonel de un proyecto mundialista o, incluso, al frente de un equipo local, emociona.
Y la emoción es tan suya como nuestra, pues Rafa ya piensa en preparar su siguiente etapa dentro del mundo de los goles y las barridas. Rafael Márquez quiere ser director técnico.