Barcelona y Chelsea, protagonistas del robo más descarado en Champions League
Pocos partidos han dejado en los aficionados una sensación de amaño tan fuerte como el Barcelona vs. Chelsea del 2009.
La semifinal de vuelta en la Champions League , entre estos clubes, marcó la historia del deporte más popular del mundo , y no precisamente por su calidad.
Después de empatar sin goles en la ida, la serie se definió en Stamford Bridge, la casa del Chelsea; un golazo de Mikel Essien abrió el marcador al minuto 9, pero a partir de ahí todo fue en contra de los “blues”.
Una falta de Dani Alves, dentro del área, fue marcada como tiro libre; dos penales por falta -que para cualquier fanático del fútbol, que no sea un seguidor a muerte del Barcelona, lo son- no se sancionaron y, el colmo, dos manos dentro del área, incluida una de Samuel Eto’o cuando el partido agonizaba, tampoco terminaron en la pena máxima.
Todas estas situaciones hacen que este partido sea recordado como el robo más grande en la historia de la Champions League , y quizá del balompié en general.
Posteriormente, Andrés Iniesta empató las cosas, con un impecable disparo al ángulo, y le dio el pase a los españoles (por gol de visitante). Y si no te acuerdas, mira el siguiente video:
Y claro que todo esto tiene a un responsable detrás, aunque jamás se confirmó que el partido estuviera arreglado. ¿Han escuchado el nombre de Tom Henning Ovrebo? Quizá no, pero tiene una relevancia especial en este asunto. Él se desempeñó como árbitro central durante aquel encuentro.
El ya retirado silbante dio una entrevista a Marca, en la cual no admite que favoreció al Barcelona , pero sí se dice avergonzado de su trabajo en ese compromiso.
"No fue mi mejor día, la verdad. Pero esos fallos los puede cometer un árbitro, a veces un jugador o un entrenador. Puedes no tener el nivel que debes tener en el día menos indicado… Claro que no puedo estar orgulloso de aquel día”, dijo el silbante más odiado por los amantes del Chelsea.
La historia está para recordarse y aprender de ella y Chelsea y Barcelona se miden en los dieciseisavos de final de la Champions, una oportunidad más para inclinar la balanza, que por cierto, desde el lejano 2009 está muy arrimada hacia el lado británico, y es que el Barça, en los últimos ocho partidos ante los "blues", suma apenas una victoria.