Aquí te decimos si eres apto para correr un maratón o debes alejarte de él

40 mil personas se dieron cita el domingo pasado en el Zócalo de la Ciudad de México para aventurarse a recorrer los 42,195 metros que marcó por primera vez Filípides, el mensajero griego, allá por el 490 a.C. Esta última edición del maratón de la ciudad, la prueba máxima del atletismo, rompió récord de asistencia y cambió su punto de partida a un sitio icónico de México, apostando todo por esa ola runner que ha maravillado a miles y miles de mexicanos los últimos años.

Esto nos ha llevado a preguntarnos si realmente el total de esas 40 mil personas que salieron de la avenida 20 de Noviembre para cruzar la meta en el Estadio Olímpico Universitario –del otro lado de la ciudad– estaban realmente conscientes del reto que tenían por delante y también qué tanto esta moda "runner" está poniendo en riesgo a muchos de estos nuevos corredores.

Y es que esta carrera mítica no es para cualquiera. No es para aquellos que despertaron con ganas de correr un día y apostaron por un maratón sin tener una historia deportiva detrás que los sostenga, tampoco para quienes superan el peso máximo que sus piernas pueden sostener en una prueba de resistencia, menos para los que tienen problemas cardíacos y que no están asesorados por un médico. Y no, no lo decimos nosotros, lo dicen los expertos.

“Muchos se compran el discurso mercadológico de que ‘el límite es tu mente’ sin pensar en los riesgos que tienen en materia de salud, toman como referentes a personas que en cuatro meses se prepararon para correr y lograron cruzar la meta, sin mirar el pasado deportivo de esa persona y sin compararlo con su historia personal”, explica Araiz Arriola, periodista y runner.

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Este bombardeo indiscriminado de publicidad "pro runner" es consecuencia de que las marcas saben que hay un mercado altamente lucrativo en esta nueva moda y por eso es que hay que ser muy cuidadosos en los pasos que damos en materia deportiva.

Para ello, los especialistas en la materia, dicen que uno tiene que ser realista. “La sociedad mexicana es sedentaria desde hace muchos años y hacer actividad física media hora al día no nos hace personas activas. Hay que ser conscientes de que si nos aventuramos a esto es por bienestar y salud, luego está la realización personal y la medalla”, refuerza Araiz.

Santiago Cisneros, atleta y entrenador del FILA RT, ya había escrito en una columna para La Nación de Argentina que hay un coctel mortal en el que “los organizadores, en su afán por recaudar más dinero aceptan a cualquier persona sin medir las consecuencias”.

Las consecuencias van desde crisis de electrolitos –una especie de calambre en todo el cuerpo, bastante traumática–, lesiones a causa del impacto por sobrepeso, infartos en personas jóvenes y “sanas” e incluso, muertes.

“El único consejo para cualquier principiante es esperar hasta estar maduro y con la suficiente experiencia para afrontar tal desafío”, detalla Cisneros. Él describe situaciones como las que pudimos observar el domingo pasado en la CDMX: gente que camina la mayor parte de la competencia, personas que sufren desmayos, gente con sobrepeso exigiendo de más a su cuerpo, personas que terminan después de muchas horas la competencia en total deshidratación. Ahí es cuando se ve quién estaba preparado y quién no.

Los datos también hablan. Aunque no se han dado los resultados oficiales, se sabe que de los 40 mil inscritos, pocos llegaron –sin importar el tiempo– a la meta final, hay al menos 2 mil personas que, aunque estaban registradas, no salieron del Zócalo pero sí llegaron a la meta… se han encontrado a algunos corredores tomando la Línea 3 del metro, con el número en el pecho, tratando de llegar a CU.

Y aunque cada vez hay más personas que se preparan de la manera correcta para llegar a la meta como se debe, también hay muchas víctimas de la mercadotecnia. En este sentido, Araiz aconseja que todos aquellos que quieran empezar a correr y tengan como meta terminar un maratón, estén conscientes de que el proceso para llegar a esto es largo, pero que vale la pena. Ella, por ejemplo, una joven que toda su vida ha hecho ejercicio, tuvo que esperar aproximadamente un año y medio tras correr su primera carrera de 5k para probarse en la máxima competencia.

Los tips, antes de darle el sí a los 42 kilómetros, son: visitar a un médico para saber el estado de salud completo y verificar que están aptos para comenzar un programa de entrenamiento físico; asesorarse con un entrenador personalizado; usar un monitor cardíaco para saber cuánto aguanta el corazón y evitar “buscar soluciones rápidas, vivir el proceso”.