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El día que Hugo Sánchez hartó al Real Madrid y Leo Beenhakker

El jugador mexicano no tuvo la mejor salida del club blanco
mar 18 abril 2017 01:25 PM
Hugo Sánchez y Leo Beenhakker
Hugo Sánchez y Leo Beenhakker Este par tuvo momentos de tensión en Real Madrid

Todo comenzó con una negativa, Hugo Sánchez no quería ser suplente frente al Torino en un partido de la entonces conocida como Copa de la UEFA un 15 de abril de 1992. Al parecer, el jugador mexicano del Real Madrid estaba creando un clima poco agradable en el equipo y tenía bastantes problemas con el entrenador del momento, el neerlandés Leo Beenhakker.

Además, sumado a unas declaraciones poco acertadas antes de un encuentro con el Español y su negativa de acompañar a su equipo al entierro de su compañero Juan "Juanito" Gómez, fallecido en un accidente de auto, acabaron por lograr un descontento generalizado alrededor de él.

También es cierto que este jugador, que comenzó su carrera en los Pumas de la UNAM, era un as en el campo de juego y durante dos décadas sería el máximo goleador extranjero de la Primera División Española, sólo superado por Lionel Messi en 2004. No sólo eso, Sánchez es también actualmente el mayor goleador de la historia del futbol mexicano con 516 anotaciones en 883 encuentros oficiales.

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Hugo Sánchez
Hugo Sánchez en el Estadio Santiago Bernabeu

Aún así, los directivos madridistas lo tenían en el punto de mira y, pese a que se valoró la posibilidad de castigarlo tan solo un mes, se le acabó sancionando con 70 días de empleo y sueldo con un millón de pesetas de multa –aproximadamente 6,433 dólares–. El vicepresidente en la época, Lorenzo Sanz, fue el encargado de la decisión final en ausencia por vacaciones del presidente Ramón Mendoza y lo valoró como "el cierre definitivo del jugador en el Real Madrid", al significar esos 70 días el final de su contrato.

Sin duda, se trató de una decisión dura y definitiva por parte de la directiva del club para un jugador por el que pagaron 150 millones de pesetas. Por su parte, uno de sus mayores enemigos, Beenhakker, declaró que "no podía aceptar" que "Hugo no estuvieria dispuesta a ayudar al equipo desde el banquillo". Por su parte, Sánchez contestaría tajante ante la curiosa prensa: "Se me están inflando las amígdalas. A mí no me gusta que se tomen las cosas a cachondeo y parece que se están haciendo así". Posteriormente, ningún jugador del equipo como Butragueño o Fernando Hierro salió en defensa del jugador.

Estos problemas significaron la salida temporal de Sánchez de la Liga Española, a la que volvería dos años después con un equipo menor madrileño llamado Rayo Vallecano, para regresar al América de su México natal. Además significó un decrecimiento de sueldo significativo para un gran jugador que logró enojar a todo un club.

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