Porsche Cayenne Coupé, un SUV deportivo hecho también para el off road
Apenas aterrizamos un día de octubre por la mañana en el Aeropuerto Internacional de Tijuana, ya nos esperaban en el estacionamiento, listos para salir en caravana hacia Valle de Guadalupe , una serie de Cayenne Coupé de distintos tonos que, desde la primera impresión, no podían negar la cruz de su parroquia: el ADN deportivo de la marca de Stuttgart estaba ahí presente.
De hecho, en retrospectiva, salta la pregunta de por qué Porsche no había fabricado una versión Coupé de su exitoso SUV insignia que, desde su presentación, en 2002 ha vendido más de 864,200 unidades. Pero bueno, todo llega a su tiempo, y se agradece que esta nueva variante de carrocería la haya añadido la firma alemana a la tercera generación de Cayenne, la cual llega a México en tres motorizaciones de alto rendimiento: un motor V6 turbo de 3.0 litros que entrega 340 caballos de potencia para Cayenne Coupé; un V6 biturbo de 2.9 litros que dota de 440 caballos al Cayenne S Coupé; y un V8 biturbo de 4.0 litros que entrega 550 caballos al Cayenne Turbo Coupé.
Mientras guardamos nuestras maletas en la espaciosa cajuela con capacidad para 625 litros de la versión Turbo en color negro que elegimos, aprovechamos para echarle un ojo al diseño exterior, y lo primero que notamos es la pronunciada caída del techo hacia atrás, que le imprime dinamismo al modelo. Contribuye a este efecto el spoiler de techo, que acentúa la línea Coupé. Este spoiler adaptativo forma parte del Porsche Active Aerodynamics (PAA) y se integra de manera armónica a la silueta del auto. Ya en la carretera veremos cómo, al superar los 90 km/h se extenderá hasta 135 milímetros.
Una vez a bordo, nos armamos con la playlist " The Longest Mixtape ", que curó @Cariboumusic para amenizar el viaje, y estábamos listos para conducir rumbo al reconocido restaurante Deckman's , en Valle de Guadalupe. Una vez a bordo, lo primero que sorprende del interior es que, pese a la pronunciada caída del techo hacia atrás que percibimos desde el exterior, es apenas de sólo 20 mm en la parte trasera, lo cual no influye en el confort de los pasajeros porque ellos van 30 mm más abajo que en el Cayenne. Los nuevos asientos deportivos con ocho posibilidades de reglaje y reposacabezas se sienten comodísimos y su agarre lateral es óptimo, descubriríamos más tarde en las curvas.
De serie, el SUV viene con un techo panorámico fijo de cristal de 2,16 m2 –con un área de vidrio de 0,92 m2–, el cual no dudamos en abrir en cuanto se empieza a esconder el sol. De manera opcional está disponible un techo de carbono que proporciona el aspecto característico de un deportivo, muy al estilo de un Porsche 911 GT3 RS.
En la carretera escénica, nos damos vuelo donde nos es posible para dar fe del par máximo de 770 Nm que ofrece la versión Turbo. Es una delicia meter el pedal a fondo y sentir esa respuesta cuando se le exige. Eso sí, en general, su manejo no dista mucho de la Cayenne ordinaria, lo cual no le resta mérito, pues como sabemos, es el SUV de conducción más deportiva que uno puede pedir.
Después de aproximadamente dos horas al volante, ya en la Ruta del Vino, es hora de dejar el asfalto para consentir el paladar con las joyas que se cocinan en Deckman's, desde sus famosas ostras, hasta un platillo de lechón, sin olvidarnos de acompañar esas delicias con una buena cerveza artesanal.
Una vez satisfecho el apetito, llegó el momento de la ruta que más nos sorprendería. No sólo porque se trataba de un camino por terracería en el que terminaría acompañándonos una puesta de sol formidable detrás del océano Pacífico, sino porque, un vehículo que pareciera que sólo conociera el asfalto como elemento, se comportara tan bien al rodar en una ruta offroad.
Una vez que accedimos a la propiedad del hotel Cabañas Cuatrocuatros , donde pasaríamos la noche, proseguimos por la terracería durante aproximadamente 15 minutos, donde pusimos a prueba las bondades todoterreno del vehículo. Dependiendo las condiciones de la superficie, hubo momentos de variar entre las tres modalidades offroad de las que dispone Cayenne, que se controlan desde la consola central y que básicamente ofrecen diferente capacidad de tracción, además de alturas distintas para la profundidad de vadeo y los ángulos de entrada y salida.
La culminación de la ruta fue una plataforma de cemento construida sobre una barranca que ofrecía una vista privilegiada de la bahía de Salsipuedes y desde donde aguardamos a que el sol se ocultara para tener nuestros momentos más instagrameables del día. Una vez capturados, nos dirigimos a nuestro albergue de esa noche, a hacerle justicia al destino bebiendo un buen vino en una deliciosa cena, obvio, satisfechos por haber conducido esta SUV dispuesta a surcar rudos caminos, cuando no está rodando por la carretera.
