¿Por qué los niños deben viajar en el asiento trasero?
Sí, desde niños tenemos amor por los autos. Queremos ser como papá y lo más cercano es viajar a su lado en el auto , pero debemos tener algo claro: los niños viajan en el asiento trasero, no hay más.
Además de que las legislaciones en torno a que los infantes no deban viajar en el asiento del copiloto se han reforzado en varios países y estados, existen estudios que demuestran que corren menos riesgo de lesiones en la parte trasera del automóvil.
Incluso el estudio Seguridad en el asiento trasero: posición ideal, uso de las sillas y lesiones en niños tras accidentes de tráfico en Victoria, Australia nos deja en claro que el asiento central de la segunda fila es el más seguro en el caso de una colisión.
Y es que la posición menos segura en caso de un choque es el asiento del copiloto, aumentando la probabilidad de muerte al doble, en caso de una colisión frontal.
Debemos tomar en cuenta, además, que los niños que miden menos de 140 centímetros quedarán a la altura de la base de las bolsas de aire, y por su densidad corporal llegarán a encontrarlas antes de lo previsto, lo que podría provocarles una mayor lesión.
Una vez que sabemos que su lugar es en la segunda fila, siempre deberán llevar cinturón de seguridad. En el caso de los más pequeños, es obligatorio el uso de una silla, y se ha comprobado que el sistema de anclaje ISOFIX es el más sencillo de utilizar y, por ello, el más seguro.
Cuando ya son lo suficientemente grandes para dejar las sillas, y de acuerdo a la disponibilidad de lugares, deberán viajar en el asiento central, siempre con cinturón. ¿Por qué son tan quisquillosas las autoridades con el uso de cinturón para los niños? La razón puede sonar fuerte, pero, cuando un pequeño no está amarrado al asiento y se produce un impacto, se convierte en un proyectil, por lo que no sólo peligra su salud, sino la de todos los ocupantes.
En un impacto a 50 km/h, un objeto de 10 kilogramos (un niño, por ejemplo) puede salir catapultado hasta en 30 o 50 veces su peso, es decir, sería un proyectil de 300 kilos contra otro pasajero.
Por ello, aquí algunas sugerencias puntuales:
- No llevar a los niños en brazos, sino en sus sillas
- La cabeza del niño jamás deberá superar la cabecera de la silla
- Comprobar que el anclaje fue correcto y Utilizar sillas hasta los 140 centímetros de altura