Con la llegada de la primavera y las altas temperaturas debemos tener cuidados especiales tanto internos como externos, sobre todo en la piel, ya que es la que resiente los efectos del calor.
Cuidado con el calor: Cómo mantener hidratada tu piel sin morir en el intento
Durante la primavera es importante mantener tu piel protegida, hidratada y radiante. Acá algunos consejos prácticos para lograrlo.
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La exposición prolongada al sol, los cambios en la humedad ambiental y variaciones climáticas pueden alterar el equilibrio cutáneo y provocar desde irritación hasta deshidratación. Por eso, tener una rutina de cuidado de la piel es clave para mantenerla saludable y protegida.
Hidratación
Uno de los problemas más frecuentes en primavera es la deshidratación de nuestra piel. El calor y la exposición al sol pueden disminuir la humedad natural de nuestra piel, lo que ocasiona que se sienta tirante o reseca.
La solución está en elegir productos que ofrecen hidratación duradera pero sin dejar sensación pesada.
Protección
La exposición a los rayos UV se intensifica en esta época del año y puede causar quemaduras, manchas en la piel, acelera el envejecimiento así como daños en el ADN de las células cutáneas, aumentando el riesgo de cáncer de piel.
Por esta razón, es indispensable elegir un protector solar de amplio espectro, con FPS 50 y reaplicarlo al menos cada dos horas, incluso en días nublados o en interiores con exposición a pantallas y luces artificiales, explica Alicia Catalán, Sr. Brand Manager de Nivea.
El aumento de la humedad ambiental puede contribuir a que la piel se sienta más grasosa, sin embargo eso no significa que se deba omitir la hidratación. Productos con fórmulas ligeras como lociones corporales o geles de ducha mantienen la piel nutrida sin generar sensación pegajosa.
En el caso de las pieles sensibles se debe optar por productos suaves y calmantes que ayudan a restaurar la barrera cutánea y prevenir brotes.
Para quienes buscan mantener una piel saludable y luminosa, la exfoliación es una gran aliada y la clave está en realizarla de manera moderada, pues la piel puede volverse más vulnerable ante factores externos. Lo ideal es optar por exfoliantes suaves que promuevan la renovación celular pero sin comprometer su integridad.
Adaptar nuestra rutina de cuidado de piel durante la primavera no es complicado, solo es cuestión de asegurar una hidratación ligera, reforzar la protección solar, el uso de productos suaves y exfoliar adecuadamente. Con estos pequeños cambios obtendrás grandes resultados.
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