Prolífica carrera literaria
Su larga carrera literaria despuntó en 1959, cuando publicó su primer libro de relatos, "Los jefes", con el que obtuvo el Premio Leopoldo Alas. Pero cobró notoriedad con la publicación de la novela "La ciudad y los perros", en 1963, seguida tres años después por "La casa verde". Su prestigio se consolidó con su obra 'Conversación en la Catedral' (1969).
Siguieron después "Pantaleón y las visitadoras", "La tía Julia y el escribidor', 'La guerra del fin del mundo", "¿Quién mató a Palomino Molero?", "Lituma en los Andes" y "El pez en el agua" (memorias de su campaña electoral), "La fiesta del Chivo" o "El sueño del celta", publicada poco antes de recibir el Nobel.
Ya entonces advertía que seguiría escribiendo hasta el último día de su vida. Y cumplió. Vinieron después "El héroe discreto" o "Tiempos recios", sobre la agitada historia de Guatemala en el siglo XX, que le valió el Premio Francisco Umbral de Novela.
Con su obra traducida a 30 lenguas, Vargas Llosa recibió premios con los premios Cervantes, Príncipe de Asturias de las Letras, Biblioteca Breve, el de la Crítica Española, el Premio Nacional de Novela del Perú y el Rómulo Gallegos.
En abril de 2022, Vargas Llosa presentó Madrid su libro "La mirada quieta (de Pérez Galdós)", un ensayo sobre el escritor español Benito Pérez Galdós.
Laureado escritor... controvertido en política
Si su legado literario es incuestionable, su legado político es controvertido. Políticamente fue seducido por Fidel Castro, pero en 1971 rompió con la revolución castrista ante el caso del poeta Heberto Padilla, obligado por el régimen a hacer una "autocrítica".
Fue candidato a la presidencia de Perú en 1990. Era favorito hasta que apareció el entonces desconocido agrónomo Alberto Fujimori, quien resultó finalmente electo. Su participación desde entonces en la política peruana ha sido marginal. Tras su fracaso político volvió a las letras, de donde -según manifestó- nunca debió salir.
Tuvo una estrecha amistad con el escritor colombiano García Márquez que terminó abruptamente con un puñetazo del peruano, rodeado de misterio. "Que los biógrafos se encarguen de ese tema", dijo alguna vez Vargas Llosa.
Vargas Llosa siguió vivamente la evolución de la política mundial, al arremeter en los últimos años contra el populismo. Obtuvo la nacionalidad española en 1993.
Con información de AFP