Bienestar desde el interior: hablemos de la nutricosmética
La nutricosmética está redefiniendo la manera en que abordamos el cuidado personal. Mejorar la apariencia física y promover la salud integral es posible con diversos suplementos.
El cuidado personal ha repuntado en los años recientes sin importar la edad gracias a las tendencias que promueven la salud. Cada vez son más los hombres interesados en cuidarse por dentro y por fuera para gozar de bienestar y, a su vez, potenciar su atractivo natural.
Esto es posible a través de un estilo de vida que incluye una buena alimentación, ejercicio y otros complementos como una rutina de skincare o un tratamiento de nutricosmética; es decir, una combinación de nutrición y cosmética en una fórmula para mejorar la apariencia física y lograr efectos benéficos en la piel, cabello y uñas desde el interior.
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La nutricosmética se presenta en suplementos nutricionales orales como cápsulas, polvos o bebidas que destacan por contener ingredientes naturales concentrados como vitaminas, minerales, aminoácidos, ácidos grasos y antioxidantes que suelen encontrarse en alimentos y plantas, aunque no en las cantidades suficientes para el organismo.
“La alergia al gluten o la intolerancia a algunas sustancias han hecho que dejemos de consumir ciertos alimentos y que necesitemos nutrientes para funcionar al cien por cien. Por ello, la industria ha lanzado suplementos específicos que nos ayudan a llegar a ese máximo rendimiento y eso se verá reflejado en la piel”, explica el Dr. José Romeo Castillo, fundador de la clínica LAGOM.
Por su parte, Rosario Espino, nutrióloga y especialista en salud hormonal, sostiene que “este tipo de suplementos se consumen diariamente y son absorbidos por el cuerpo para distribuirse a través del torrente sanguíneo y así llegar a las partes que los necesita; de esta manera, recibimos los beneficios de estos nutrientes”.
Aunque es un concepto del que se escucha frecuentemente, la nutricosmética no es nueva. “Es difícil remontarse con certeza a sus inicios, ya que son muchas las culturas antiguas que incorporaban la toma de activos naturales como tratamientos medicinales e incluso para mejorar su bienestar. Sin embargo, la nutricosmética como tal podría asociarse a la década de los 90, cuando se empezaron a consumir de forma más específica suplementos para el cuidado de la piel desde el interior. Numerosas fuentes la sitúan en Estados Unidos, donde a través de figuras públicas y expertos en belleza y bienestar se fue extendiendo de manera universal”, señala Julia Chacón, CEO de Luxmetique, laboratorio y marca de nutricosmética avanzada.
Los nutricosméticos se formulan a partir de principios activos naturales, en su gran mayoría ecuánimes, que se encuentran presentes de manera natural en nuestra piel, tales como colágeno, ácido hialurónico y elastina. Chacón explica que actualmente laboratorios innovadores como Luxmetique ya no utilizan la molécula per se, sino que trabaja mediante precursores de la fabricación endógena de los mismos y así estimulan la fabricación propia de sustancias que con el paso del tiempo el organismo deja de producir dando lugar al envejecimiento cutáneo.
Diversos estudios respaldan la eficacia de los nutricosméticos; sin embargo, es importante destacar que, aunque promueven el bienestar desde el interior, lo que se ve reflejado en una mejor calidad de la piel en general tanto en hombres como en mujeres, es necesaria la guía de un profesional de la salud para saber cuál es el nutricosmético que contiene los concentrados que cada quien requiere.
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Según el Dr. Castillo, no hay una edad específica para que un nutricosmético pueda ser tomado ni una condición médica que prohiba su consumo, pero es importante que los especialistas conozcan sus ingredientes para poder recetarlo. “La nutricosmética es una industria que no permite darse el lujo de mantener en secreto su fórmula”, agrega. Algunos signos que pueden ayudar a identificar si se necesita consumir estos suplementos son: aparición de acné, resequedad en la piel, envejecimiento prematuro, uñas frágiles y quebradizas, caída del cabello, problemas digestivos y cansancio.
“Se trata de productos de venta libre, principalmente en internet, pero si los tomas basándote solo en lo que crees y no son prescritos por un profesional, probablemente no funcionen como se espera”, afirma Espino. La razón es que la nutricosmética debe complementar un tratamiento integral que se enfoque hacia la raíz del problema o lo que se quiere fortalecer. También se debe poner especial atención a no exceder la ingesta de vitaminas porque puede ser contraproducente.
“El exceso de vitamina D, vitamina A o zinc se puede asociar a la caída del pelo, de la misma manera que si los tenemos en baja cantidad”, explica Paola Castañeda, dermatóloga y especialista en Sesén Company. Una proteína que se pierde con el paso del tiempo es el colágeno, que poco a poco deja de formarse a partir de los 20 años. En el caso de los hombres, esta pérdida comienza a ser notoria después de los 40, de ahí que sea necesario impulsarlo. “Lo podemos estimular a través de la aplicación de productos en el rostro, tratamientos y por supuesto con la ayuda de la nutricosmética. Al no producir ya colágeno de forma normal, lo podemos ingerir de modo oral”, explica Castañeda.
¿Cómo saber qué suplemento tiene el colágeno que necesitas? “No toda la nutricosmética es apta para todo el mundo, tiene sus indicaciones y también debemos fijarnos en que los productos sean de buena calidad, ya que el colágeno debe tener ciertas características para que pueda absorberse adecuadamente y que llegue a donde se necesita. Es decir, hay colágenos muy específicos que pueden ayudar a la mejora de piel, pelo y uñas”, puntualiza.
Otros puntos en los que hay que fijarse al adquirir un nutricosmético es en los sellos que verifiquen su autenticidad, la calidad del producto y revisar que no contengan rellenos. Es decir, en el caso de los suplementos en presentación de cápsulas, verificar que no estén conformadas mayormente de rellenos como almidones y que contenga el ingrediente activo que se está buscando. “Podemos darnos una idea de que el suplemento es bueno cuando en la menor cantidad de cápsulas obtenemos la dosis recomendada”, detalla Espino.
Para maximizar los beneficios de la nutricosmética es crucial combinar el uso de estos suplementos con un estilo de vida saludable y otros productos en una rutina básica de skincare que mejoren la apariencia de la piel. El 80 por ciento del envejecimiento es causado por el sol, por lo que una crema hidratante y un fotoprotector FPS 50+ nunca debe faltar en el cuidado diario.
La doctora Castañeda recomienda incorporar a la rutina de cuidados nocturnos algún producto que contenga ingredientes que estimulen la producción del colágeno, como retinol o ácido glicólico y un antioxidante como vitamina C o niacinamida, componente que mejora la calidad de la piel y ayuda a la despigmentación.
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Tips:
Acudir con un endocrinólogo, dermatólogo y nutriólogo para un seguimiento profesional.
Entre los 25 y los 30 años se puede comenzar a identificar con ayuda de un especialista cuáles son las áreas del cuerpo que necesitan mayores nutrientes.
No exceder la dosis del nutricosmético recomendada por el experto en la salud.
Evitar alimentos inflamatorios como lácteos, gluten, azúcar y edulcorantes artificiales.
Consumir frutas, verduras, grasas saludables y beber suficiente agua.
Recomendados por expertos para iniciarse en el mundo de la nutricosmética:
1. Peach Please, Matter
Promueve la calidad de la piel, el pelo y las uñas desde adentro. Con ácido hialurónico, vitamina E y eternalyoung.
Propage Day, Luxmetique
Ayuda a mejorar la apariencia de la piel desde el interior, aumenta la firmeza y la elasticidad y disminuye las arrugas. Con ácido hialurónico, resveratrol y vitamina C.
3. Sesén Pink, Sesén
Ideal para lograr un pelo brillante, una piel radiante y un cutis perfecto. Con ácido hialurónico, biotina, vitamina E y glutation.
4. Heliocare 360º, Cantabria Labs
Bloquea el efecto del sol en la piel, refuerza la protección solar y evita las manchas y el fotoenvejecimiento. Con vitaminas C y E, niacinamida y prebióticos.