La fórmula única se basa en sulfato de bario en lugar de óxido de titanio, logrando una mejor reflexión de la luz. Aunque teóricamente podría ayudar con el cambio climático al reflejar calor al espacio, cubrir grandes áreas con esta pintura no es práctico debido a la enorme cantidad necesaria.
Lugares como Santorini y Casablanca han utilizado pintura blanca para mitigar el calor en sus edificios. Sin embargo, las pinturas comerciales aún absorben parte del calor solar, reflejando entre el 80% y el 90% de la luz solar y manteniendo la absorción de calor entre el 10% y el 20%. En cambio, la pintura de la Universidad de Purdue absorbe menos calor, logrando enfriar las superficies por debajo de las temperaturas ambiente.
Los estudios aseguran que, si un material como la pintura de Purdue cubriera entre el 1% y el 2% de la superficie de la Tierra, la cantidad de luz rebotada al espacio reduciría la cantidad de calor absorbida por el planeta lo suficiente como para estabilizar la temperatura global. Esto equivale a una superficie similar a la de Estados Unidos continental, esta es de 9.8 millones de kilómetros cuadrados, así que se tendría que cubrir el país norteamericano de pintura blanca de extremo a extremo. Se necesitarían cerca de 2 billones de litros de pintura blanca de alta tecnología.
Munday comenta que cubrir más del 50 % del tamaño del Sáhara con una capa blanca podría detener la absorción excesiva de calor por parte del planeta, evitando así un aumento extra de la temperatura global.
"Definitivamente, no es una solución a largo plazo para el problema climático", mencionó Munday. "Esto es algo que se puede hacer a corto plazo para mitigar problemas peores mientras se intenta tener todo bajo control".
Expertos sugieren enfocarse en puntos de enfriamiento radiativo para contrarrestar el efecto de isla de calor urbano. Mientras tanto, esta pintura ofrece una solución temporal para mitigar problemas climáticos mientras se trabaja en soluciones más completas.