Palabras de orgullo: Jaime Gama

Mientras lees esto, sé que estás pasando por momentos muy oscuros. Esa primera relación que tuviste te enseñó dos cosas: sentir culpa por tu sexualidad e inseguridad porque si alguien es inconsistente en sus afectos es debido a tu falta de madurez. Desafortunadamente, te va a tomar mucho tiempo desaprenderlo. Y déjame decirte una cosa, no mereces ser humillado, ni castigado por sentir lo que sientes y mucho menos porque otra persona no pueda aceptar lo que está haciendo.

Por otro lado, tu familia va a hacer lo mejor que puede con las herramientas que tiene, lo que significa que irás a un retiro de rehabilitación para personas con adicciones con ellos para así poder trabajar tu orientación sexual antes de que puedan moverse hacia la aceptación. También irás con dos personas que practican psicoterapia sin ser terapeutas, ni psicólogas. Ellas reforzarán la culpa que sientes al haber decepcionado a tu padre por ser quien eres.

Todo esto va a llevarte a cuestionar muchas cosas, incluyendo si en algún momento podrás tener una relación romántica con alguien o si simplemente pasarás tu vida solo. También pondrás excesiva atención en cómo te vistes, cómo caminas, cómo hablas y hasta preguntarás cómo ponerte chapstick “como hombre”. Por supuesto, saber cómo el mundo ve a personas como tú no es nada alentador. Tu instinto de supervivencia va a hacer que busques ser lo más “masculino” posible, aun cuando exploras tu identidad.

¿Y qué crees? En unos veinte años te vas a pintar las uñas, usarás ropa colorida con estampados de personajes “femeninos” que en este momento te da vergüenza admitir que te gustan. Vas a usar shorts, faldas y joyería que harán que tu cuerpo te guste cada vez más. Poco a poco irás descubriendo que varios de tus amigos aceptaban esa parte de ti aunque tú no la expresaras. Tu familia se convertirá en tu aliada y, con el tiempo, eso que escon- des de ti te va a llevar a ser exitoso, reconocido y feliz.

Pasarán muchas otras cosas en tu vida a lo largo de los siguientes años y todas serán retos y lecciones que superarás reforzando tu identidad y construyendo una red de apoyo con personas compatibles contigo.

A tus 28 años, empezarás una relación con quien será tu pareja por los siguientes nueve y la primera persona que conocerás que se identifica como “poliamoroso”. Y aunque sé que al leerlo aseguras que tú nunca estarías en una relación así, este será el segundo momento de tu vida en el que vas a estar con alguien que va a amar esas partes de ti que tú no has podido aceptar, mucho menos querer.

La siguiente parte de ti que vas a explorar con más compasión es tu neurodivergencia. Durante toda tu vida has lidiado con convencionalismos sociales que te confunden y te llevan a vivir momentos muy incómodos. Sobre todo porque, al expresarlos, las personas de tu alrededor van a asumir que solo estás siendo “payaso”. Esta persona va a ver más allá de eso y decidirá acompañarte y enseñarte estrategias que nadie se había tomado el tiempo de mostrarte, mayormente porque a nadie se le ocurrió que lo necesitabas. Ni a ti.

Hasta ese momento, has vivido con la idea de que crecer duele. Con esta persona construirás un lazo muy amoroso de complicidad que les permitirá crecer juntos en el gozo. Explorarás tu sexualidad desde tu placer, lo que requerirá enfrentar la vergüenza que aprendiste en tus primeras relaciones; sin embargo esta persona también va a ser tu compañero en eso. Caminará junto a ti con paciencia, tomando tu mano y deteniéndose cada vez que lo necesites, sin enojo ni reproche.

Sé lo que estás pensando porque lo vas a pensar muchas veces antes de este momento: si te enamoras de alguien más es porque no amas a la persona con la que estás. Sin embargo, te vas a dar cuenta de que no es la primera vez que te pasa, solo que es la primera vez que te vas a permitir sentirlo. En tus otras relaciones conocerás a personas que te muevan el piso, pero decidirás terminar la interacción mucho antes de que algo pueda suceder por miedo a lo que eso podría significar.

Con esta pareja, podrás encontrar esa última parte de tu identidad (hasta ahora) que te permitirá sentirte más cómodo contigo. En esa relación conocerás a otra persona maravillosa con la que estarás tres años, que te ayudará a aceptar cómo quieres verte y será uno de los detonantes más importantes para que decidas comenzar un proyecto para compartir tu experiencia en redes sociales.

Todo este trabajo, todas esas experiencias y todas esas relaciones te habrán ayudado a encontrarte y vas a tener la necesidad y el deseo de compartirlo con el mundo.

Spoilers: El mundo lo va a recibir muy bien.

Jaime adolescente, vienen muchas aventuras muy intensas y hay mucho que descubrir de ti. Pero te repito lo que dije al principio, aquí estoy y tú también vas a estar.