Querida Ale:
Quiero que sepas que ese carácter fuerte y decidido que tienes te llevará a todos los lugares a los que quieras ir. Quiero que sepas que no necesitas cambiar nada en tu forma de ser, porque son esa terquedad y determinación las que te acompañarán a cumplir tus sueños mientras sigas creciendo.
Palabras de orgullo: Alejandra Ríos
La CEO de Ambrosía escribió una carta a su yo adolescente. ¿Qué le hubiera gustado saber? ¿Qué consejo se daría? En un ejercicio de reflexión, nos comparte un vistazo de su ser más auténtico.
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Siempre confía en ti, en tu instinto y en tus ideas. Sé que vas a chocar algunas veces, que te van a decir que no estás siguiendo el estereotipo de lo que “debe ser una niña”. Eso que te hacía sentir diferente desde pequeña, es una de las razones clave para ponernos donde estamos hoy.
No tengas miedo de hacer esas cosas que a algunos les suenan locas. Esa locura, ya verás, será el motor que te lleve a emprender. Esa locura es la que te va a permitir liderar la empresa que empezó tu papá hace décadas y a buscar otras mentes locas para juntos hacer nuevas propuestas de negocios.
Lánzate y haz lo que quieras. Estudia lo que te gusta y confía en que el camino que estás eligiendo para ti es el correcto. Escucha las opiniones de quienes velan por tu bienestar, pero atrévete siempre a poner un alto cuando algo no te cuadra. Aceptémoslo, muchas veces tu instinto te ha salvado de una que otra, y eso seguirá sucediendo.
No te preocupes, no tienes que tomar a tus papás siempre tan en serio. Hagas lo que hagas, elijas lo que quieras hacer y ames a quien quieras amar, ellos siempre te van a querer tal y como eres.
En el camino, encontrarás también a una mujer maravillosa que te acompañará en todas tus aventuras. A veces la vas a sacar de quicio y otras veces ella a ti. Pero todo ese camino andado hasta que se encuentren te ayudará a ser más fuerte, juntas. Será tu roca cuando tengas dudas y tu aliada para cambiar el mundo desde tu trinchera.
Claro que habrá tropiezos. Claro que habrá dudas. Pero no te desesperes, a veces vas a necesitar más tiempo para tomar decisiones. A veces (muchas), te vas a equivocar en el proceso, pero prefiero no decirte en qué, porque gracias a esos errores vamos a llegar a donde estamos hoy, juntas.
Porque no creas que te dejé en el camino. Hoy seguimos caminando juntas, a veces más niña, a veces más adulta, en busca de esa otra Ale que nos espera en el camino. Otra Ale mayor que tampoco yo conozco y quien, quizás, en unos años, también me escriba una carta como esta.
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