La familia dio a conocer en días recientes la vocación de Devanshi, que fue agasajada en una ceremonia de cuatro días hasta que el miércoles llegó en un carruaje tirado por un elefante, al templo donde cambió lujosa vestimenta por un sencillo atuendo de algodón blanco.
La niña, es conocida entre los miembros de la comunidad jainista por su piedad, "nunca vio televisión, películas o ha ido a centros comerciales y restaurantes", indicó, un allegado a la familia.
Es una de las personas más jóvenes que han realizado la ceremonia "diksha" para abandonar sus posesiones materiales y entrar en el monacato jainista.
En el contexto de las religiones tradicionales de India, como son el budismo, el hinduismo y el yainismo, "diksha" es un ritual de iniciación al culto de alguna deidad, por un maestro espiritual (llamado diksha gurú) que concede mantras y toma el karma del iniciado.
La empresa de su familia, fundada en 1981, tiene un patrimonio neto de unos 60 millones de dólares, según ICRA, una agencia india de calificación crediticia.