“Tengo 46 años y a los 18 me fui de México porque no era un lugar en el que me sintiera seguro, representado y aceptado”, asegura el actor Pablo Perroni. Ocho años después, cuando regresó al país, muchas cosas ya habían cambiado.
El Orgullo significa visibilidad. Toda la gente nos está viendo y es, por lo tanto, el momento en el que podemos hablar de nuestra historia. Claro está que no solamente existimos en junio, pero creo que es el mes en el que podemos impulsar a nuestra comunidad

Las marcas le hablaban a públicos que antes estaban segregados, algunas celebridades asumían abiertamente una orientación sexual distinta a la que dictaba la sociedad, la lucha iba dando frutos, una comunidad comenzaba a gestarse... Ciertamente, referirnos a una comunidad que arrope a individuos tan distintos implica muchos retos. “Al final de cuentas, somos individuos. Cada uno tiene sus privilegios y eso, en general, nos separa como humanos. Las luchas dentro de la comunidad, por las identidades y las expresiones, indican que hace falta más empatía, pero creo que últimamente estamos trabajando más en construir puentes y crear mensajes que ayudan a lograr la unidad”, sostiene la YouTuber Diana Espinoza, quien tiene más de 200 mil suscriptores en su canal.
Así como hay miles de personas heterosexuales, también hay miles de personas diversas. Necesitamos la visibilidad y la representación; no es una cuota, simplemente así es el mundo

“Son muchas comunidades que conforman una gran comunidad y, sin duda, hay mucho trabajo por hacer, ya que a veces se siente que falta más diálogo e inclusión desde dentro. Yo he tenido que encontrar mi manera de encajar en la comunidad y, a partir de ahí, he decidido cómo me relaciono dentro de ella”, añade el director David Pablos, la mente detrás de la película El baile de los 41. La pregunta que se cuela en el aire tiene que ver, entonces, con el hecho de que esas letras pueden o no considerarse etiquetas. Pam Sashaa, una de las drag queens más reconocidas en México en la actualidad, ve en ellas una utilidad, pero también un riesgo.
La representación es muy importante. Lo que más me preocupa es que haya chavitos de 14 o 15 años que no tengan un ejemplo a seguir y que no sepan que todo va a estar bien, que hay gente que siente exactamente lo mismo y que por ser diferentes no son menos

“Creo que las etiquetas son funcionales para ver y conocer a una persona, pero no para juzgarla”, sostiene, y su opinión no dista mucho de la de la futbolista y fotógrafa Fernanda Piña. “El hecho de que la comunidad exista te ofrece un lugar al cual pertenecer. La comunidad visibiliza y eso es muy importante. Sin embargo, también es cierto que como humanos queremos etiquetar todo. A veces, eso nos limita dentro de la comunidad porque no sabemos dónde encajamos. En un mundo ideal, tendríamos que dejar de etiquetar”, expresa.