"Estos objetos y la herencia que cargan recorrieron un oscuro trayecto (para llegar) a Estados Unidos pero ahora tienen un camino claro de regreso a Perú", dijo Johnson, quien resaltó que la repatriación es una muestra de "buena voluntad" entre las naciones y un esfuerzo conjunto de autoridades y canales diplomáticos.
Diez de los artefactos repatriados son documentos históricos datados entre los siglos XVIII y XIX que fueron comprados en un mercado callejero de Perú por una persona que luego trató de revenderlos en Florida.
Las autoridades estadounidenses entregaron también dos cuadros. "La virgen de Guadalupe", que fue robada de una iglesia peruana junto con otras seis pinturas en 2002, y "Pentecostés", también sustraída, pero de una iglesia de Puna en 1992.
Ambos lienzos fueron rastreados como parte de transacciones en Estados Unidos.
La lista de reliquias incluye además cuatro hachas de piedra que formaban parte de una colección de unos 7 mil artefactos que fueron incautados en 2004 por el FBI en Indianápolis de manos del arqueólogo Donald Miller.
Este hallazgo se convirtió en el mayor de su tipo en la historia de la agencia federal.
"Cuando lleguen, los peruanos pueden propiamente cuidarlas, en vez de tener su destino dictado por los caprichos de individuos que se las llevaron para su lucro e interés propio", dijo Johnson.