Publicidad

Síguenos en nuestras redes sociales:

Publicidad

David Pastor Vico: esta generación es mucho más heterogénea de lo esperábamos

El filósofo ha publicado dos libros que han acercado la conversación de la ética y la filosofía a nuevas generaciones.
jue 14 abril 2022 03:10 PM

En los tiempos complejos que ha vivido la humanidad y cada quien en su intimidad hay palabras que resuenan cada tanto, la ética y la filosofía. Se nos dice que hay que "tomar las cosas con filosofía" y que lo que nos define es nuestra "ética". En este entramado de realidades tan diversas y complejas hay reflexiones internas que corresponden para avanzar y evitando dar un paso en falso.

Publicidad

David Pastor Vico es autor de Ética para desconfiados y Filosofía para desconfiados, formado en Filosofía en la Universidad de Sevilla y se especializó en Ética de la comunicación. El escritor hablo con Life and Style en exclusiva acerca de su trabajo como escritor y la relevancia de integrar en nuestro criterio cotidiano la filosofía y la ética, además de sus libros que están teniendo gran aceptación entre los lectores mexicanos.

Life and Style. En función de los hechos actuales ¿podríamos pensar que la ética está caducando o está "mutando"?

David Pastor Vico. La ética, por definición, no es más que el modo en el que se relacionan los animales humanos, los otros animales se relacionan de manera etológica (la etología es la ciencia que estudia el comportamiento de los demás animales). Por tanto lo ético es único, inmutable, injuzgable y horizontal, no hay ética buena o mala, ni hay personas poco éticas o muy éticas, esto no es más que un mal uso del concepto por desconocimiento, igual que los que usan con fruición la palabra “cuántico” para verse más cool y se inventan estupideces del estilo del coaching ontológico angelical cuántico… merecen un palo en el lomo, ¿no te parece?

Muy posiblemente, estemos viviendo cambios significativos en nuestra moral, ¿pero cuándo no?

Sin embargo es la moral, o las morales, la construcción cultural que vertebra y regla, según cada momento histórico, la tradición de cada pueblo, o incluso su situación geográfica, la ética, o sea; el modo de relación de cada pueblo, cultura o civilización humana. Así pues, lejos de ser universal e inamovible, las morales cambian, mutan, se fagocitan o imponen unas sobre otras, caducan, se revaloran y se reinventan y sí, son verticales: son impuestas.

Así que es muy acertado pensar que, muy posiblemente, estemos viviendo cambios significativos en nuestra moral, ¿pero cuándo no? Quizá, lo que realmente nos suceda es que tenemos poca memoria, porque estos cambios en las reglas de comportamiento, en cómo vivir nuestra ética, son una constante en el desarrollo civilizatorio. Lo que también es muy probable, es que ahora se esté dando de manera más rápida, y la premura nos permite observar los cambios al pasar de pocos años, cuando antes se precisaban décadas y hasta siglos.

L&S. Con el mundo que estamos enfrentando el lugar común es verlo con filosofía ¿es una salida clara?

DPV. Efectivamente, “ver o hacer las cosas con filosofía”, es un lugar común del lenguaje coloquial, como “a darle que es mole de olla” o “no hay chile que le embone”. Pero lejos del uso rápido de la sentencia, que simplemente invita a tomarse las cosas con tranquilidad, la filosofía es la herramienta más poderosa que hemos inventado para entender y enfrentar la realidad. El gran problema es la pésima campaña de auto-marketing que la filosofía se ha hecho en el último medio siglo. Profesores de bachillerato desmotivados y mal pagados que en muchos casos daban la asignatura siendo historiadores o vete a saber qué, dando esa apariencia de materia barco facilona, aburrida y poco práctica, casi de relleno en los programas educativos. A esto hay que sumarle unos filósofos cada vez más oscuros y crípticos que no querían trascender las paredes de la endogamia universitaria, y mucho menos hacer accesibles sus textos al público general para por no bajarse de su pedestal solitario, o por miedo a que descubrieran que el emperador iba desnudo. Y entonces llegaron los oportunistas a ocupar el lugar que la filosofía había dejado torpemente vacío. ¿Cómo vamos a tomarnos las cosas con filosofía, o cómo nos puede ayudar la filosofía a enfrentar y entender el mundo si donde debían estarlos los libros de los pensadores de verdad, están los de autoayuda, o peor aún, los de esoterismo?

El gran problema es la pésima campaña de auto-marketing que la filosofía se ha hecho en el último medio siglo

Y sí, aunque a la gente le cueste trabajo aceptarlos, por todo lo dicho ya, la filosofía aporta salidas, soluciones y herramientas claras y distintas. Solo hay que perderle el miedo y acercarse a los libros de José Carlos Ruiz, Edu Infante o, si me lo permites, a los míos, para descubrir que la filosofía no es aburrida cuando los filósofos le echamos ganas, y es rotundamente útil.

L&S. Entre tantos discursos que existen entre líderes, redes sociales y la discusión callejera ¿cómo orientar una brújula para estar a salvo?

DPV. Con harto dolor hemos redescubierto que ha salvo que no hemos estado ni estaremos jamás, y eso es muy importante interiorizarlo y comprenderlo y, además, transmitirlo a las próximas generaciones. Cosa que nuestros abuelos hicieron con nuestros padres, pero que a muchos de estos padres se les olvidó recordar a sus hijos y así que en pocas décadas nos hemos convertido en una masa desconfiada, narcisista y frívola, absolutamente ajena a la realidad del mundo que nos ha tocado vivir y de la naturaleza contingente de las cosas. Porque saber que somos fácilmente vulnerables nos obliga a estrechar lazos entre nosotros para protegernos, a confiar en que cada uno asumirá su responsabilidad en el juego de la vida. Porque aquí sí que el que se va por la libre se convierte en zombi, como en las películas malas de serie B. Sabernos invulnerables, nos hace perder el piso, creernos infalibles y, como buenos idiotas, exigimos que nuestra opinión, a la que damos un valor casi sagrado por ser nuestra, sea tomada como verdad inamovible.

Te adelanto que vamos a tener que reorientar la brújula entre todos

Ahora, en los estertores de una pandemia que todavía puede girarse y mirarnos a los ojos con odio y en los albores de un conflicto bélico que nos puede llevar entre las patas a todos, es hora de repensar el mundo. Y si haber sido como somos nos ha llevado a esta situación, tendremos que reinventarnos y ver cómo en el pasado se salió de momentos semejantes y ver si aplica ahora o no ¿Cómo? Ahí están los libros de historia y filosofía, pero te adelanto que vamos a tener que reorientar la brújula entre todos, y no tener cada uno una y buscar cómo salvar su propio culo, eso es precisamente lo que nos ha llevado a estar donde estamos hoy.

Publicidad

L&S. ¿Dónde está el espacio para la poesía?

DPV. Es cierto que entre tanto tuit zafio, tanto meme tonto y tanto reggaeton de mierda, la poesía pareciera que hubiera desaparecido, pero afortunadamente no es así. Te sorprendería saber que muchos jóvenes, casi como quien tiene un gusto culposo del que se avergüenza, se están acercando a la poesía, y una nueva generación de poetas, como Miguel Gane, o Luna Miguel, están abriendo nuevos espacios donde creíamos que nunca volvería a reverdecer la hierba.

En estos, si paseas por cualquier ciudad mexicana y volteas a los quioscos de prensa verás una nueva colección de poesía donde autores como Lorca, Machado o Bécquer pugnan por su espacio entre diarios de nota roja. ¡Cuidado! Las editoriales no son tontas y si han sacado esta magnífica colección de libros primorosamente publicados es porque hay mercado para ellos.

Entre tanto tuit zafio, tanto meme tonto y tanto reggaeton de mierda, la poesía pareciera que hubiera desaparecido, pero afortunadamente no es así.

Pienso, quizá pecando de optimista, que mientras exista la poesía la humanidad tendrá esperanza y si hay jóvenes que la mantengan viva, se vale soñar.

David Pastor Vico realiza conferencias y conversatorios con jóvenes de bachillerato y universidad, por lo que su aproximación a una generación con retos especiales le ha dado una aproximación a los efectos de la sociedad que enfrentamos.

L&S. En tus acercamientos con la juventud como conferencista ¿cuál es tu lectura de esta generación?

DPV. Los seres humanos siempre buscamos encontrar patrones en cualquiera sea la parte. Desde figuras en las nubes, en las fechas de los terremotos y porque no, en las generaciones. Si algo he aprendido es que precisamente esta generación es mucho más heterogénea de lo que podríamos esperar. Sé que quizá la respuesta anterior no habrá satisfecho a algunos lectores, que piensan que todos los jóvenes son más o menos iguales. Que si todos oyen reggaeton o están embebidos en las redes sociales cómo van a sentir la poesía, pero es que no todos hacen lo mismo.

Por suerte para el futuro de la música, otros géneros musicales siguen siendo del gusto de los más jóvenes, como el rock, el metal, o el pop, el hiphop u otras subculturas. Año con año cada vez más jóvenes abandonan las redes sociales asqueados por su frivolidad o resentidos porque sus padres y hermanos dedican más tiempo a eso que a ellos. No todo es tan binario, hay jóvenes que promueven los derechos LGBTIQ tanto como los que se desviven por su fe y no conciben otra familia que la canónica.

L&S. El mundo editorial enfrenta retos importantes ¿cómo se siente tener un segundo libro en estos tiempos?

DPV. Siendo filósofo, tener un libro en una editorial generalista y tan importante como Planeta es increíble. Normalmente los primeros ensayos de un filósofo suelen publicarse en pequeños sellos con tiradas muy limitadas y una distribución aún más canija. El filósofo francés Gilles Lipovetsky afirma que se vendían la misma cantidad de libros de filosofía, ensayo y reflexión a finales del siglo XIX que a principio del XXI, y no lo dudo. Así que salir con 10 mil ejemplares en mi primer libro Filosofía para desconfiados parecía un suicidio, que ya va por la tercera reimpresión y apunta a salir en edición de bolsillo pronto y Ética para desconfiados, mi segundo libro que salió a mediados de octubre pasado está en puertas de ser reimpreso. ¡Pellízquenme que no me lo creo!

Pero es que algo está cambiando, la gente está perdiendo el miedo a la filosofía o simplemente ya no le llena lo que antes mal ocupaba el lugar que abandonamos por necios, o si no, ¿Por qué Life and Style me estaría haciendo esta entrevista?

Si algo me sorprendió cuando llegué a México hace casi 20 años fue ver infinidad de libros que intentaban e intentan analizar desde todo punto y ángulo que es ser mexicano

L&S. En tu paso por el mundo y radicando en Ciudad de México ¿cuál es la interpretación que le das a la filosofía de vida del mexicano?

DPV. Siento, de nuevo, no dar la respuesta que quizá muchos esperan. Si algo me sorprendió cuando llegué a México hace casi 20 años fue ver infinidad de libros que intentaban e intentan analizar desde todo punto y ángulo que es ser mexicano. Nunca en ninguno de los países que he visitado me he encontrado este tipo de obras tan ombliguistas, y quizá ese sea un rasgo diferencial, pero ojo, no significa que estos textos sean un parteaguas civilizatorio, más bien son un producto de mercado oportuno. Porque los pocos que he tenido el horror de ojear faltan a la verdad, son zalameros y ladinos y no hacen más que lamer los oídos de quien necesita una palmadita en el hombro desde la futilidad de la emoción inmediata.

Aunque puedas trazar paralelismos obvios entre México y otros muchos países de su entorno cultural o histórico, poco más que es un insulto tan solo insinuarlo. Aunque ese sentimiento de unicidad esté basado en el desconocimiento, la ingenuidad, la desinformación o el más puro sentimiento patrio, por tanto, maniqueo.

Una de las muchas cosas que nos enseña la filosofía, y el pensamiento crítico, es que ni somos tan diferentes como nos creemos ni tan iguales, pero que son muchas más las cosas que nos unen que las que nos separan. Ahí es donde debemos de trabajar, no en ver quien le echa más crema a sus tacos. Que nadie se me resienta, pero recordemos que, como nos escupe el irlandés George Bernard Shaw: "Patriotismo es tu convencimiento de que tu país es superior a todos los demás porque tú naciste en él".

Publicidad

Tags

Publicidad

Publicidad