"Las piezas" del rompecabezas "se unen para traer a casa las primeras muestras colectadas en otro planeta", declaró Thomas Zurbuchen, encargado de misiones científicas de la NASA, citado en el comunicado.
El vehículo rover Perseverance de la NASA, que llegó a Marte hace un año, recolecta actualmente muestras de rocas en lugares que interesan particularmente a los científicos, con el objetivo de encontrar rastros de vida antigua en el planeta rojo. Pero esas muestras deben ser analizadas en laboratorios terrestres, más sofisticados que los que pueden ser enviados a Marte.
Así, serán entonces recuperadas y trasladadas hacia la Tierra en una maniobra compleja, en la que el cohete atribuido a la empresa aeroespacial y militar Lockheed Martin Space constituye un elemento central.
Según los planes de la agencia espacial, una misión será lanzada como pronto en 2026 para enviar a Marte el mini-cohete, con otro rover encargado de ir a recuperar las muestras dejadas en el lugar por Perseverance.
Una vez que estén las muestras en el cohete, este despegará para ponerlas en órbita alrededor de Marte. Serán luego recuperadas por otra nave, enviada anteriormente, y que es el último eslabón de este increíble relevo, encargada del viaje final a la Tierra.
Esta nave, así como el rover encargado de recuperar las muestras, son desarrollados bajo la dirección de la Agencia Especial Europea (ESA).