
Desde nuestra perspectiva, aquellas experiencias en las que los aromas son protagonistas suelen ser las más significativas. Estas composiciones aromáticas pueden cambiar nuestro estado de ánimo, haciendo de la casa un templo de relajación y bienestar aromático. Una vela (al momento de leer un libro), un incienso (mientras se hace home office), fragancias para interiores (que nos hacen sentir en nuestro hotel favorito) e, incluso, aromatizantes para blancos (para tener un sueño digno de la realeza), son algunos de los productos indispensables en estos tiempos agitados.