Rosa Becerra donó cabello de su hermana fallecida por leucemia, mientras que Betina Inga y su hija llevaron a su pequeño perro Ody para que le cortaran el pelo: los peruanos participan con entusiasmo en una novedosa iniciativa para limpiar un derrame de crudo en el mar.
Varios municipios y oenegés lanzaron esta campaña de donación de cabello, el que luego debe ser colocado en unas bolsas enormes -con forma de salchicha- que son desplegadas sobre la superficie del mar para que absorban el crudo vertido el pasado 15 de enero, mientras un buque tanque descargaba en una refinería cercana a Lima.
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Ahora diversos salones de belleza de Lima, del vecino puerto del Calleo y otras localidades cortan gratuitamente el cabello a las personas dispuestas a donarlo, a pesar de que el Ministerio del Ambiente criticó esta cruzada.
El Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), que depende de este Ministerio, afirmó que el uso del cabello es una herramienta poco efectiva y advirtió que, por el contrario, podría generar más residuos en el mar. Sin embargo, su advertencia no sirvió para detener la recolección.
"Tengo una pequeña trenza que es de mi hermana que hace dos años falleció por leucemia", dijo a la AFP Rosa Becerra al entregar su donación en Puente Piedra, un populoso distrito del norte de Lima.
"Había tenido la oportunidad de llevarla a donar para que hagan pelucas para una organización que apoya a las personas con cáncer, pero por un error no lo llevé", agregó la mujer de 38 años.
Berenice Lazarte, que administra una peluquería en Puente Piedra, explicó que "el cabello ayuda bastante a poder recuperar el mar (...), entonces dijimos 'tenemos un salón de belleza, por qué no tomamos la iniciativa de ayudar brindando los cortes gratis para las personas que quieran donar su cabello”.
"A mi hijita le gustan los animales y ve que están sufriendo los animales en el mar y ha traído a su perrito [Ody]", indicó Betina Inga, de 38 años, en la estación del metro elevado en San Juan de Lurigancho, en el norte de Lima.
Según medios de prensa, el uso de cabello para absorber petróleo en el mar lo propuso en 1989 un peluquero de Alabama tras el derrame del buque tanque Exxon Valdez en Alaska y ha sido empleado en países del Asia-Pacífico y el océano Índico.