Depresión navideña: ¿por qué nos ponemos tristes en Navidad?

La depresión navideña no es un trastorno, es una emoción negativa momentánea.
La Navidad tiene un lado oscuro que nos quita las ganas de la fiestas.

Diciembre es sinónimo de festejo, de pasarla en familia, de luces de colores, ponche, clima frío, comida deliciosa, posadas, dulces y todas esas cosas que caracterizan a la época navideña. Y aunque esta celebración pareciera estar llena de amor y felicidad, no es así para algunas personas.

La depresión es una enfermedad muy frecuente en el mundo, según datos consultados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en mayo de 2021, se estima que en el mundo, aproximadamente 280 millones de personas sufren de esta patología mental.

Si eres de los que en alguna ocasión ha experimentado sentimientos de melancolía, tristeza, felicidad o ansiedad en la época decembrina o incluso un poco antes, no es casualidad, pues existen algunos factores sociales, ambientales y hasta neurobiológicos que “disparan” estos síntomas.

Depresión estacional

Créelo, la ciencia explica que las estaciones del año sí pueden influir en nuestro estado de ánimo y sin duda el invierno es uno de ellos. El cambio de horario en el que anochece más temprano hace que la falta de luz haga que el nivel de serotonina o mejor conocida como la hormona de la felicidad, disminuya, contribuyendo así a cambios de humor repentinos y cansancio.

Así que en esta situación podría ser normal que te sientas decaído, con melancolía o de mal humor. Solo es una emoción negativa momentánea, que con el paso de las semanas irá disminuyendo y si sientes que esa negatividad va en aumento, podrías acudir con un profesional de la salud mental.

La falta de un ser querido

Muchas familias celebran la Navidad juntos, compartiendo cena y regalos, ante la pérdida de un ser querido durante el año o recientemente, es inevitable no sentir tristeza por ese “lugar vacío” entre la familia. Y no solo podría ser esta situación, también una separación podría influir en ese sentimiento negativo que nos lleven a ser “el Grinch” de esta festividad. Escenario que se repite y se expone repetidas veces por el momento que estamos atravesando.

Las fechas del fin de año son momentos de recogimiento y la interiorización de emociones.

Sobrepensar el futuro

El mundo no está pasando por la mejor situación por la crisis sanitaria del COVID-19. El confinamiento ha disparado los niveles de ansiedad en las personas, según un reciente informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). En México, solo un tercio de la población ha sufrido de estrés postraumático clínicamente significativo.

Llega diciembre y comenzamos a contar los días y nos damos cuenta de que nos quedan solo algunas semanas para “comenzar desde cero” y eso nos lleva a cuestionarnos sobre qué hicimos durante los días que ya transcurrieron, situación que nos puede llevar a episodios de ansiedad.

Tómalo con calma, siempre tendremos más oportunidades para llegar a nuestros objetivos planteados. Dejemos a un lado las expectativas que tienen los demás sobre nosotros y sobre todo, las que hay alrededor de las fiestas decembrinas.

¿Cómo sobrellevar las emociones negativas?

Bien dicen que “no hay mal que dure cien años, ni persona que lo aguante”, y eso mismo pasa con la Navidad; solo dura un día, pero su preparación lleva unos días más, así que todo pasará y algunas maneras que podrían ayudar a sobrellevar ese mal momento por el que estamos pasando podrían ser:

  • Habla con alguien, sabemos que puede leerse a cliché, pero no hay nada mejor que hablar con una persona de nuestra confianza que nos escuche mientras expresamos nuestras emociones.
  • Si tienes a un amigo que perdió a un ser querido que se encuentre solo en esta festividad, invítalo para que no pase solo la Navidad.
  • ¡Sal de la rutina! Otra manera de aminorar la tristeza o malos pensamientos, puede ser una manera diferente de celebrar, por ejemplo, ir a una cabaña en medio del bosque o a la playa acompañado de las personas importantes para ti.
  • Pasa tiempo contigo, consiéntete y celebra los logros que has tenido y olvídate de lo que ya fue, ¡disfruta del presente!

Está bien no estar bien. Finalmente recuerda que la tristeza y la depresión no son lo mismo y si en algún momento sientes que los síntomas comienzan a agravarse, la asistencia con un especialista en el tema siempre ayudará.