El autorretrato "Diego y yo", de Kahlo, rompió varios récords en la subasta de Sotheby's en Nueva York, al cuadriplicar el anterior máximo histórico de la propia pintora mexicana de 8 millones de dólares logrado en 2016 y superar también el de un artista latinoamericano, que sustentaba precisamente su marido, Diego Rivera.
“Más que el récord, es la emoción de poder haber adquirido una obra tan importante”, dijo Costantini, desde Uruguay, y recordó que otras veces ha comprado obras muy importantes a valores más accesibles.
Para Costantini, esta adquisición se trató de “un doble fenómeno” porque “el arte latinoamericano se ha valorizado todo” y a “Frida le tocó la valorización del arte latinoamericano”, pero señaló que ella "es un fenómeno que trasciende el arte latinoamericano porque es un fenómeno del arte global”.
“Aparte es muy amada por el público”, subrayó.
La obra, de 30 centímetros de alto y 22.4 de ancho, es un autorretrato en primer plano de Kahlo que fue completado en 1949, pocos años antes de su muerte.
A Frida le tocó la valorización del arte latinoamericano, es un fenómeno que trasciende el arte latinoamericano porque es un fenómeno del arte global
La pieza simboliza la tempestuosa relación entre Kahlo y Rivera, que aparece dibujado sobre la frente de la mexicana y que a su vez tiene un tercer ojo, un elemento con el que trata de representar la continua presencia de su marido en su mente.
La última vez que salió a subasta, en 1990, este autorretrato ya había marcado un hito al venderse por 1.4 millones de dólares, lo que supuso la primera vez que se superó en una puja el millón de dólares por una obra de un artista latinoamericano.
Esta vez, Costantini consideró que la “obra está valuada a un valor forzado, elevado” y recordó que en la subasta estaba él y otro comprador “que gracias a Dios no quiso pujar”.