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Cómo crear una rutina matutina sostenible

Descubre cómo crear una rutina matutina que se ajuste a tus necesidades; lo importante es lograr repetirla durante mucho tiempo.
vie 08 octubre 2021 09:01 AM
cómo crear una rutina matutina sostenible que te permita alinear tus metas
Levántate e inicia el día con una rutina matutina hecha a tu medida.

A todos nos pasa alguna vez: nos entra un ataque impulsivo por transformar nuestras vidas y ser mejores personas, y nos prometemos que desde hoy y por el resto de nuestras vidas nos despertaremos a las cinco de la mañana a meditar, leer veinte minutos, salir a correr, prepararnos un desayuno digno de health coach, tomar medio litro de agua, hacer yoga y tender la cama. Todo esto sólo para descubrir que, después de cinco días, despertarse a la siete a ver Instagram y medio desayunar porque ya es tarde para la junta godín, es mucho más seductor. Nuestra rutina matutina no funcionó tan bien como pensábamos.

Aunque es una excelente idea tener una rutina matutina, el problema con ella es que tendemos a abordarla de la manera incorrecta por muchas razones: queremos hacer mil cambios al mismo tiempo, copiamos rutinas ajenas sin ponernos a pensar en lo que realmente nos funciona y lo que queremos lograr, no incorporamos cosas que nos entusiasmen. Al caer en esos errores, se vuelve necesario replantear lo que implica crear una rutina matutina.

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Entiende la importancia de la rutina

Hay cosas que sólo te van a beneficiar si lo haces de manera constante. Desayunar sano un día no te va a hacer bajar de peso, así como meditar una vez cada luna llena no va a mejorar tu concentración. Muchas de las personas exitosas lo son porque entienden el poder de la constancia. Ya sea en la mañana, en la tarde o en la noche, tener hábitos, rutinas y estructuras te traerá cambios a tu vida a la larga, desde buena salud o productividad. Monitorea tus hábitos en un diario, y verás claramente el esquema de cambios que atravesarás.

Ve por pasos

La rutina que planteamos al inicio de este artículo es completamente insostenible si intentas incorporar todos los hábitos al mismo tiempo. Lo mejor es comenzar con una sola cosa, y cada semana o quincena incorporar otro hábito que quieras desarrollar. Así, la carga será más sencilla para tu mente y tu fuerza de voluntad.

Modifica tu entorno

A veces queremos adoptar conductas nuevas pero no hacemos nada para facilitarnos la misión. Así, pretendemos hacer ejercicio, pero no preparamos nuestros pants la noche anterior, queremos tomar dos litros de agua y no ponemos una jarrita en el buró, queremos ser más productivos y trabajamos en la cama y frente a la tele. Ayúdate tantito y crea el ambiente ideal para que desarrollar tus hábitos sea fácil.

Entiende que la fuerza de voluntad es un bien limitado

Hay cierta cantidad de fuerza de voluntad que podemos usar en el día a día, y esta comienza disminuir desde el momento en que nos levantamos. Esto es importante para que aprendas a no ser duro contigo en el proceso de desarrollar una rutina: tendrás días buenos y días malos. No te frustres si no abarcas todo.

Establece mínimos

No todos los días te despiertas con las mismas ganas de hacer las cosas. Por eso, es importante que establezcas distintas graduaciones a tus hábitos. Por ejemplo: si quieres hacerte el hábito de hacer ejercicio, tu meta en un buen día puede ser ir a una clase súper intensa de crossfit. Sin embargo, puedes establecer que, cuando no estás de humor, sólo vas a salir a caminar quince minutos. Ambas opciones son válidas y te acercan a tu meta.

Establece tu propia rutina

Si buscas en Internet, fácilmente llegarás a “los diez hábitos diarios de la gente altamente exitosa”, “Esto es lo que hace Elon Musk cada mañana” y de más trampas aspiracionales. Sin embargo, tenemos noticias: tú no eres Elon Musk ni Benjamin Franklin ni Beethoven, y es muy posible que no tengas las mismas metas. Para crear tu rutina parte de cinco preguntas:

1. ¿Qué cosas quieres lograr a corto y mediano plazo?

2. ¿Qué hábitos debes desarrollar para lograrlo?

3. ¿Qué pasos concretos debes seguir?

4. Siendo realista, ¿puedes hacer esto todos los días?

5. ¿A qué barreras podrías enfrentarte y cómo las vas a solucionar?

Esto te dará la guía que necesitas para establecer tu propia rutina.

Refina tu rutina

Si después de uno o dos meses ves que algo no está funcionando, pregúntate por qué. ¿Te da flojera? Déjalo. ¿Es muy difícil? Pregúntate cómo puedes agilizar el proceso o qué alternativa tienes para conseguir el mismo beneficio. Aunque no todo es miel sobre hojuelas, la rutina matutina, en general, está hecha para que la disfrutes, no para que sea una carga más en tu vida.

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