Cómo superar la gratificación inmediata
Observa tus impulsos
A todos nos pasa que cuando estamos trabajando o tenemos la oportunidad de hacer algo importante para nuestras vidas y metas, se nos cruza Netflix con un maratón de nuestra serie del momento, un bowl enorme de papas fritas, la necesidad de revisar Instagram, cualquier distracción o sabotaje para nuestras verdaderas metas. Esto nos pasa a todos, pero no significa que tengamos que ceder a esos impulsos cada vez que suceden. Algo que ayuda es tener un “reporte de impulsos” una hoja o un espacio digital en el que anotes todos los impulsos que te distraen al día. Ojo: sólo anótalos, no cedas. Verás que escribirlos ayuda a tu cerebro a calmar la ansiedad por cumplirlos.
Retrasa el impulso
En vez de actuar sobre tus impulsos en el momento en el que llegan, haz una pausa (ahí, por ejemplo, es un buen momento para escribir en tu reporte). Si quieres (y si aplica, porque esto quizás no sirve si tu meta tiene que ver con tu aspecto físico), puedes prometerte que en cuanto acabes de hacer lo que verdaderamente importa, harás un espacio para satisfacer tu lista de distractores.
Toma decisiones conscientes
Si decides caer en la gratificación instantánea, está bien; sólo somos humanos. Sin embargo, hazlo con consciencia plena, no sólo por seguir un impulso. Decide que es saludable que lo hagas, que puedes pagarlo, que es un acto de compasión hacia tu cuerpo. Haz las cosas con conciencia, sin culpa y no como una simple reacción.
Observa el resultado
Si ya caíste, observa cómo te sientes o qué pasa después y evalúa si hacerlo fue la decisión correcta o no. Así, la próxima vez que te veas en la posibilidad de ceder ante algo, ya habrá una conexión causa-consecuencia que te hará tomar mejores decisiones.