Duerme
Estrictamente, dormir no expulsa el alcohol de tu cuerpo, pero es un paso crucial para que tu cuerpo regrese a la normalidad.
Toma líquidos
El alcohol te deshidrata, lo que provoca dolor de cabeza y te hace sentir aletargado a la mañana siguiente. Siempre debes tener tres líquidos a la mano: agua para rehidratarte, electrolitos para conservar el agua que estás tomando y té para lidiar con las náuseas y el mareo. Agrega un poco de jengibre para acelerar el proceso de metabolismo del alcohol.
Come
Comer es quizás la forma más efectiva de expulsar el alcohol de tu sistema. Las toxinas en el alcohol pueden bajar el azúcar en la sangre, así que es importante buscar el balance y comer algo. Incluso si la comida te da asco en este momento, intenta hacer alguna comida ligera; unas galletas saladas son una buena opción. Más tarde, cuando tu cuerpo pueda soportarlo, intenta comer alimentos ricos en vitamina D.
Muévete
Seguramente no tienes ganas de moverte ni un centímetro, pero hacer algo de actividad física ayuda a expulsar las toxinas. Sudar y respirar más profundo te ayudará a liberar toxinas naturalmente, pero también recibirás más oxígeno, lo que hará que tu hígado filtre las toxinas más fácil. Es recomendable salir a caminar o hacer una rutina de yoga.
Nunca más lo vuelvo a hacer
¿Llevas diciendo esto toda la mañana? Nadie te cree. Sin embargo, no está de más que sepas un par de cosas para que la próxima vez estés mejor preparado. Para evitar la resaca hay que comer antes de beber, tomar un vaso de agua entre tragos, poner un límite en la cantidad de alcohol que vas a tomar y no mezclar distintos tipos de alcohol.
Recuerda que la mejor forma de no tener alcohol que expulsar de tu cuerpo es bebiendo responsablemente