En un mundo dominado por las redes sociales, pocas pueden presumir un ascenso tan meteórico como OnlyFans. Fue fundada en Londres en 2016, pero su consolidación llegó en 2020. Primero con la mención de Beyoncé en el remix de la canción Savage que resultó en la incorporación diaria de casi 8 mil nuevos creadores y 200 mil nuevos usuarios; después con la pandemia con la que pasó de los 7.5 millones de usuarios a los 85 millones, un número que sigue creciendo hasta nuestros días con más 130 millones. Un éxito que no está exento de polémica.
Y es que su premisa es sumamente sencilla: un sitio en el que las personas, que responden al nombre de creadores, tienen la oportunidad de ganar dinero de todos aquellos usuarios que se suscriban a sus contenidos, es decir, los fans. Un catálogo que aborda todo tipo de posibilidades como fotografía, escritura creativa o recetas de cocina, pero que realmente ha encontrado su nicho en el contenido para adultos que domina la plataforma y que va de los desnudos al coito.
Esto ha provocado que OnlyFans sea vista por muchos, incluyendo las autoridades de diversos países del mundo, como una red social cuasi pornográfica, sólo que sin las restricciones necesarias para un sitio de este tipo. Una situación que ha desembocado en una de las mayores controversias del 2021.
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Inicia la controversia
Si bien todas las redes sociales han tratado de regularizar el ingreso de menores, la naturaleza de OnlyFans le ha llevado a poner especial énfasis en la verificación de edad de sus usuarios. Esto con un registro que exige una fotografía o scan de una identificación, así como una selfie con esa misma identificación con el fin de comprobar la identidad de la persona. Una medida de seguridad aparentemente infalible, pero que dista mucho de serlo.
Así lo demostró BBC en abril 2020 con un documental sobre cómo un tercio de las cuentas de Twitter que anuncian fotos de desnudos pertenecen a menores de edad, destacando además que muchas enlazan a OnlyFans para la venta de las mismas. La presión aumentó en mayo de 2021 con un reportaje de la misma cadena en el que manifestó abiertamente que el sitio “está fracasando en evitar que los usuarios menores de edad vendan y aparezcan en videos explícitos” tras una investigación sustentada en reportes de la policía británica, escuelas y distintas organizaciones. Las tensiones alcanzaron su punto climático en agosto de este mismo año con un reportaje en BBC en que se mostraban documentos filtrados sobre cómo la red permitía cierta tolerancia con las cuentas más exitosas aun a sabiendas de que éstas publicaran contenido ilegal. Finalmente se ha demostrado que muchos jóvenes esquivan las medidas de seguridad con identificaciones falsas o de otras personas que pueden ir de sus hermanos mayores a sus abuelos.
La respuesta fue inmediata con la prohibición de contenido con sexualidad explícita a partir del 1 de octubre, pero especificando que aún se permitirán los desnudos siempre que estos respeten las políticas de privacidad. No menos destacado fue el hecho que el sitio no atribuyó la decisión a las filtraciones, sino a una serie de presiones de sus socios bancarios, argumentando que la prohibición podría resultar en un canal más atractivo para posibles inversores.
Todo parecía indicar que la popularidad de OnlyFans llegaba a su fin, hasta que la potencial caída se vio detenida por los propios afectados.
Sólo unos días después de anunciar sus nuevas políticas, OnlyFans anunció vía Twitter su cambió de parecer ante la inconformidad de los creadores. “Gracias a todos por hacerse escuchar”, dice el comunicado. “Hemos obtenido las garantías necesarias para apoyar a nuestra diversa comunidad de creadores y hemos suspendido el cambio de política previsto para el 1 de octubre. OnlyFans es sinónimo de inclusión y continuaremos brindando un hogar a todos los creadores”. Un giro sorpresivo para muchos, pero que cobra sentido cuando se profundiza en el tema.
Thank you to everyone for making your voices heard.
We have secured assurances necessary to support our diverse creator community and have suspended the planned October 1 policy change.
OnlyFans stands for inclusion and we will continue to provide a home for all creators.
La sexualidad es un tema tabú dentro de nuestra sociedad y como tal, poco se ha hablado sobre las razones que han llevado a tantas personas a exhibir sus cuerpos en una red social. Las lecturas más primarias y sencillas se limitan a ver el fenómeno como un esfuerzo desesperado por ganar popularidad y dinero fácil en un mundo regido por el número de followers en las distintas redes. Tal vez así sea en muchos casos, pero una serie de investigaciones más profundas han demostrado que la plataforma también se ha convertido en un canal de subsistencia en tiempos difíciles y que se han complicado todavía más por la pandemia.
Así lo concluye un artículo publicado por The New York Times, en el que se explica que “con millones de estadounidenses desempleados, algunos […] están recurriendo a OnlyFans en un intento de mantenerse a sí mismos y a sus familias. La pandemia ha cobrado un precio particularmente devastador para las mujeres y las madres, acabando con partes de la economía donde las mujeres dominan: comercios minoristas, restaurantes y atención médica”.
Los prejuicios también hacen pensar que se trata de dinero rápido, pero la realidad dicta lo contrario. La mayoría de la atención y los ingresos va para gente con popularidad previa como actores y actrices porno, modelos, celebridades e incluso influencers. El resto debe conformarse con las migajas, ya que la saturación de contenido sexual en este y otros sitios de internet resulta en ingresos mínimos para el grueso de los creadores y que apenas sirve como apoyo para pagar las cuentas. Aun así, toda suma es bienvenida.
Finalmente la seguridad. Los trabajos de naturaleza sexual, como la pornografía y la prostitución, han batallado en obtener la protección de la ley, lo que ha resultado en toda clase de abusos y riesgos a lo largo de la historia. Incluso hoy día, sus practicantes siguen padeciendo numerosas afectaciones, siendo OnlyFans una vía a la que muchos han recurrido para evitarlas.
Así lo considera Laura Watson, parte del Colectivo Inglés de Prostitutas y quien cree que una plataforma como OnlyFans representa una enorme protección, mientras que un cambio en sus políticas “sería forzar a las mujeres a implicarse en situaciones de mayor riesgo. Los trabajadores sexuales necesitan de estas plataformas para vivir. La creadora Liv McClelland coincide al definir a la red como una “manta de seguridad” con la que se evitan encuentros personales donde “todo puede pasar”. Esto porque “no hay protección para nadie porque está muy mal visto, es un tabú y no se considera un trabajo real”.
La controversia de OnlyFans parece destinada a continuar por un buen rato y sólo terminará cuando la red se convierta en un espacio seguro para todos. Para los creadores que puedan subir los contenidos de su elección sin preocupaciones ni restricciones, así como para los menores de edad con medidas más severas que impidan su acceso de manera definitiva.